En este Tour tan atípico se suceden los acontecimientos de una forma vertiginosa. Estamos en la cuarta etapa y ya todo el mundo hace sus quinielas y sitúa a Evans como el gran candidato al triunfo. Es comprensible si se tiene en cuenta lo pronto que ha llegado la crono en esta edición, pero para mí los favoritos siguen siendo los mismos. Todavía queda mucho Tour y cada día las cosas pueden dar muchas vueltas.

El equipo ha salido vivo de este primer test. Es cierto que podíamos haberlo hecho un poco mejor, pero analizándolo en frío, y teniendo en cuenta las condiciones del recorrido -que no se adaptaba a las condiciones de Alejandro ni a las mías- pues la lectura no es tan mala. Es cierto que se podía haber hecho algo mejor, no vamos a negarlo, pero en realidad, salvo Evans y Menchov, que recuperó el tiempo perdido en la tercera etapa, nos mantuvimos con el resto de aspirantes y eso también es justo tenerlo en cuenta.

La crono de hoy era para especialistas, para gente con potencia, y Alejandro, que no pasa de 60 kilos se defendió en una etapa en la que se rodó a cincuenta kilómetros de media; él que no es un especialista. Al final, la conclusión es que seguimos en el grupo y que queda mucha carrera por delante. La idea inicial era perder un segundo por kilómetro respecto a Evans, sobre unos treinta segundos más o menos. Al final, se perdió un minuto, pero para nada este primer test puede ofrecer conclusiones determinantes. Lo bueno es para los periodistas, que en esta edición tienen un montón de cosas que contar y muchos análisis que hacer a la conclusión de cada etapa. Pero estoy convencido que tras la primera incursión en la montaña pasarán muchas cosas más que contar y analizar.

Por mi parte, estoy satisfecho con la crono que he realizado. También se podría mejorar, pero repito que me gusta aplicar mi máxima del día a día. ¿Para que voy a arriesgarme más si así me funcionan bien las cosas?

La carrera no da tregua y mañana disputamos la etapa más larga y pasado ya nos metemos en la montaña... y esto no ha hecho más que empezar, aunque en estos días tan frenéticos parezca que ya han pasado un sinfín de cosas.