No habíamos planeado perder el maillot amarillo, pero tampoco estábamos dispuestos a dejarnos la vida para retenerlo. Que se perdiera entraba dentro del guión. Hubo una escapada y los equipos de los sprinters no trabajaron para tratar de neutralizarla, por eso tras el avituallamiento ya nos dedicamos a salvar el día y que nadie nos pillaran en las patatas, evitando las caídas ya que hacía mucho viento y eso significa que en cualquier momento te puedes llevar una sorpresa tan desagradable como inesperada.

El Tour ha vuelto a darme hoy una lección. Lo que en principio se presentaba como un día tranquilo, el tiempo se encargó de complicar. Fue un día de cinco horas de riesgo, con unos 200 kilómetros de viento lateral que provocan que todo el mundo en el pelotón esté muy nervioso. Nadie quiere quedarse cortado y con tanto peligro de abanicos te puede pasar en cualquier descuido, como a Denis (Menchov).

Estuvo toda la carrera muy atento, pero se giró 90 grados a la izquierda y el viento cambió de dirección y se quedó cortado. Es normal, porque la velocidad que había impuesto el Quick Step en ese momento era difícil de seguir. Por eso digo que el Tour una vez más me demuestra que no hay que menospreciar ninguna etapa, y lo que se presumía un día de transición, tranquilo y relajado, antes de la crono, pero no fue así. Nervios, tensión y desgaste fue lo que nos deparó la jornada. Si hubiera sido un día de sol y con poco viento, estoy seguro de que la etapa se hubiera desarrollado de otra manera, pero con viento todo cambia.

Ahora vamos a ver qué pasa en la crono. Ojalá se dé la circunstancia de que tengamos que volver a soltar el amarillo otra vez, porque eso supondría que Alejandro (Valverde) habría completado una buena crono. Que la gane sorprendería a todo el mundo, no entra dentro de los planes, pero hay que esperar a ver qué sucede. Yo creo que, teniendo en cuenta el recorrido, Fabian Cancellara, tendría que estar delante, así como otros rodadores más potentes. La intención es que Valverde acabe lo más cerca posible de ellos, sin ceder demasiado, porque esta crono será un primer test. Mañana se verá lo fuertes que están los cuatro o cinco favoritos que se han ido nombrando estos días. No será un test decisivo, pero servirá para ir calibrando las opciones de cada uno y eso es importante para el desarrollo de la carrera. Se verá quien está mejor y quien peor. Yo, por mi parte, la afronto con ilusión y muchas ganas. Trataré de ir lo más rápido posible y me servirá de test personal. Es una crono corta, toca regular y salir como un rayo.