Defender el maillot amarillo de Alejandro (Valverde) en esta segunda etapa era un poco lo que teníamos pensado desde la mañana, en la reunión del equipo, pero también teníamos claro que no lo defenderíamos a cualquier precio. Está claro que el jersey oro del Tour es un regalo y no vamos a regalar algo tan valioso. Aún así, la defensa resultó un poco más difícil de lo que pensábamos.

Anunciaron lluvia, viento y riesgo de abanicos y en estas circunstancias todo el mundo quiere estar delante. Además, este Tour es atípico y nadie quiere perder mucho tiempo en la segunda etapa. Comparando las clasificaciones de otros años con ésta, pocos eran los que en la segunda etapa ya habían perdido más de ocho minutos en la general. Normalmente empezábamos con etapas llanas, pero en esta edición, sin embargo, ya hemos tenido una primera toma de contacto con la media montaña. Eso hace que sea mucho más selectivo y que obligue a un mayor desgaste. La ventaja es que al ir defendiendo el maillot hace que estés colocado delante y que evites más el riesgo de caídas o montoneras, pero hay que tener cuidado porque el cansancio se va acumulando.

Defender el maillot no era tanto una responsabilidad sino un aliciente para nosotros. En realidad salimos con la idea de que podríamos perderlo, pero un día como hoy nos permitía ir delante y por eso pudimos mantenerlo. Ahora lo lógico es llegar a la crono con él, pero repito que sin arriesgar más de lo necesario. Para un día que queda merece la pena el esfuerzo, porque además saldremos de últimos y tendremos todas las referencias. El resultado de la contrarreloj nos marcará la estrategia a seguir los días siguientes.

La gente está muy sorprendida por el equipo y por la fortaleza que está exhibiendo. Además, el amarillo es el foco de atención de aficionados y medios y eso se nota mucho porque incluso para salir del autobús casi no tienes ni espacio. Eso nos da un plus de motivación importante y sales a correr con más responsabilidad, pero una responsabilidad entendida en el sentido positivo. No sentimos por ahora presión ni nada por el estilo. Sería diferente si este maillot nos llegara en la tercera semana de la carrera, pero ahora lo que queremos es disfrutar de algo tan especial y no regalarlo fácilmente. Quién sabe si una vez perdido, luego podremos volver a recuperalo, aunque para eso estamos aquí.