Valverde, que se proclamó campeón de España la semana pasada en Talavera de la Reina, se anotó así su segunda etapa en el Tour de Francia después de la victoria que consiguió en el año 2005 cuando se impuso a Lance Armstrong en la etapa que terminó en la estación alpina de Courchevel.

El duro final de la etapa, en el que los ciclistas tenían que superar el último kilómetro y medio a más del seis por ciento de desnivel, provocó una preciosa lucha en la que también se involucraron favoritos a la victoria final como Riccardo Riccó (Saunier Duval), que terminó quinto, o Cadel Evans (Silence Lotto), que acabó sexto.

Y es que Valverde volvió a demostrar una enorme sangre fría para remontar desde atrás y, en 300 metros, impuso su incontestable punta de velocidad para superar al luxemburgués Kim Kirchen (Columbia) y vestirse con el primer maillot amarillo del Tour 2008.

La 95ª edición del Tour de Francia rompió la tradición que seguía desde 1967 de empezar con una etapa prólogo y los 180 ciclistas que tomaron la salida en Brest afrontaron una primera etapa en línea de 198 kilómetros que les llevó hasta Plumelec, donde en 1997 fue Erik Zabel el que se impuso la última visita del Tour de Francia.

Desde el comienzo de la etapa se produjeron varios movimientos y en el kilómetros siete, un grupo formado por los españoles Rubén Pérez (Euskaltel), José Luis Arrieta (AG2R) y David De la Fuente Saunier Duval), los franceses Thomas Voeckler (Bouygues Telecom), Geoffroy Lequatre (Agritubel) y Stéphane Augé (Cofidis) y por el alemán Bjorn Schroder (Milram) tenía más de un minuto de ventaja sobre el pelotón.

Los equipos de los favoritos consintieron una escapada en la que todos los ciclistas colaboraban hasta que, cuando restaban menos de 35 kilómetros para la meta y la ventaja decreció hasta el minuto, David De la Fuente (Saunier Duval) y Lilian Jégou (Française des Jeux) decidieron probar fortuna para mantener las ilusiones de llegar a la meta en solitario.

Mientras los escapados eran los protagonistas en la cabeza de la carrera, por detrás la nota negativa la pusieron las habituales caídas de las primeras jornadas en las grandes rondas y que obligaron al francés Hervé Duclos Lasalle a convertirse en el primer corredor en abandonar la carrera con una rotura de muñeca izquierda.

El dúo formado por De la Fuente y Jégou abrió un pequeño hueco y mantuvo el minuto de ventaja sobre el pelotón para alargar más una neutralización que se produjo cuando quedaban siete kilómetros para el final y poco después de que se produjese otra caída, en la que se vio envuelto el colombiano Mauricio Soler (Barloworld), que ya tuvo que abandonar el Giro de Italia por una caída.

VALVERDE IMPONE SU VELOCIDAD EN EL DURO KILÓMETRO FINAL

Con todos los ciclistas formando un grupo compacto, la estrechez de la carretera y la insistencia en marcar un elevado ritmo por parte del equipo Columbia, provocó que se viviesen momentos de tensión en el grupo y Alejandro Valverde prefirió no meterse en la lucha por los primeros puestos del pelotón para evitar riesgos.

Así, tras el intento del francés Romain Feillu (Agritubel), el alemán Stefan Schumacher (Gerolstiner) lanzó un potente ataque al que respondió el luxemburgués Kim Kirchen (Columbia) para afrontar los últimos metros en solitario en una escena muy parecida a su exhibición en el muro de Huy cuando ganó la Flecha Valona el pasado mes de abril.

Y cuando parecía que Kirchen volvería a alzarse con el triunfo en una llegada parecida a la de la clásica belga, apareció la figura de Valverde, que remontó desde atrás para volver a imponer su incontestable golpe de pedal y vestirse con un maillot amarillo que no deja de ser español después de que Alberto Contador se vistiese con él en la llegada de París para ser el último líder del 2007.