El seleccionador español Luis Aragonés reconoció que le ha inculcado a sus jugadores en estos días el deseo y la ilusión de ganar mañana a Alemania porque "las finales son para ganarlas" y porque de los "segundos nadie se acuerda".

"Esperemos jugar bien y ganar. Es parecido a lo que les he dicho a los jugadores: las finales son para ganarlas. El subcampeón dentro de cuatro años no se acuerda nadie, pero del campeón sí", aseguró el preparador nacional.

Aragonés, que reconoció estar "bien y tranquilo", tiene sólo "el deseo de hacer un buen partido y sacar la Eurocopa adelante". "Lo he dicho en muchas ocasiones que de los malos momentos hay que aprender por eso merece la pena lo pasado por estar en la final. Mañana (por hoy) hay que respetar al rival, que nada más y menos se llama Alemania", afirmó.

Por eso, reitera que su deseo es lograr el segundo título continental para España. "Ganar por mi país, por mis jugadores, por mí y por vosotros. Nos ha costado un mundo romper eso de cuartos y ahora vamos a salir todos beneficiados", subrayó.

Además, el "Sabio de Hortaleza" destacó que una de las claves está en el "buen ambiente" que hay entre los jugadores. "He visto equipos con grandes figuras, pero sin buen ambiente no se gana. Eso nos ha llevado a ir ganando y llegar a la final. ¿Qué he hecho yo? Decirles que tan importante es el mejor jugador que el que se quedaba en el banquillo", explicó.

Respecto al encuentro de mañana, Luis Aragonés no lamenta la posible baja del capitán germano, Michael Ballack, que no se entrenó en los dos últimos días y que podía perderse la final. "Ballack es un gran jugador y es normal que el equipo se resienta. Puede ser peor porque el que salga por él correrá más. Es un gran jugador y lo ha demostrado, pero si tienes un mal día... Mi preocupación son los 11 que salgan", destacó.

El adiós de Luis

El seleccionador español Luis Aragonés confirmó su salida al frente de España, por lo que se despedirá hoy del combinado nacional disputando la final de la Eurocopa ante Alemania.

"Me voy porque no han hecho más porque me quede. A mí nadie me dijo nada cuando nos clasificamos para la Eurocopa y decidí que me iba a ir. Ahora no hay marcha atrás, lo que no quisiera es que se use que me haya querido ir", aseguró.

Sin embargo, el preparador madrileño se va "feliz" porque ha tenido un grupo de gente que "ha creído" en él. "Lo hemos pasado mal todos y el que peor, yo. Todo eso nos ha llevado a una unión. Empezamos mal la Eurocopa, con críticas severas, los jugadores vieron que las aceptaba y trabajaba más, pero además hay un "feeling" en mi trabajo con ellos, consideran y creen que estoy en la senda o camino acertado", explicó sobre la relación con sus internacionales. De lo que hará cuando deje la selección, el madrileño no desveló a dónde iría aunque sí su deseo de seguir relacionado con el fútbol.