"Doce árbitros para 31 partidos creo que es un cifra insuficiente", declaró Blatter, que acerca del torneo europeo señaló que "lo mejor del fútbol es su efecto integrador", algo que, a su parecer, ha quedado confirmado durante la Eurocopa de Austria y Suiza.

Blatter, de 72 años y que desde hace diez preside el principal organismo balompédico mundial, explicó que se mostró "sorprendido" por lo sucedido durante las últimas semanas en ambos países centroeuropeos.

"En Austria he estado menos, pero en Suiza, la emoción vivida sólo puede ser buena para el fútbol. Yo pensaban que en mi país faltaría la euforia necesaria, pero en el momento en el que sonó el primer pitido, todo cambió. Y por eso no me importa retractarme por haber expresado mi opinión inicial. Había mucha emoción en Suiza y también la hay en Austria. Y no ha sido sencillo, porque no es fácil organizar una Eurocopa en dos países", opinó Blatter.

Acerca de los errores arbitrales, el presidente de la FIFA opinó que "todo el mundo comete errores, incluidos los árbitros", por lo que defendió los experimentos que se llevarán a cabo, "quizá ya este año, en algún torneo femenino, pero sin duda a partir del que viene, seguramente en la Copa de las Confederaciones", en relación a la inclusión de "dos nuevos asistentes, que vigilarían las áreas".

Blatter opinó que la cifra de "doce árbitros para 31 partidos es insuficiente" y también se refirió a que la decisión tomada por el español Manuel Mejuto, que expulsó a los seleccionadores de Alemania y Austria, Joachim Loew y Josef Hickersberger, cuando se enfrentaron ambos equipos, en el Ernst Happel de Viena.

"Fueron injustamente sancionados", opinó el presidente de la FIFA, que respecto al próximo Mundial, previsto para 2010 en Suráfrica y puesto en entredicho desde varios foros, admitió que su principal preocupación es la del asunto de la seguridad, pero no por el desarrollo de las infraestructuras.

"Suráfrica es un país organizado. Y democrático. Desde 1994 es una república, pero un república joven, con 40 millones de habitantes. El asunto de la infraestructura va bien. Los estadios se construirán en el plazo previsto y, además, se emplearán para otros fines. Pero no será sólo la infraestructura el legado del Mundial en Suráfrica", opinó.

"Hubo problemas con trabajadores, pero los sindicatos han reconocido que la organización del Mundial es algo positivo para el desarrollo de la economía en el país", explicó Blatter, que indicó que en su día le "intentaron comprar" para que no se presentara a la presidencia de la FIFA y que "el poder no es del presidente de la FIFA, sino del fútbol".

"Con el fútbol están relacionadas, de forma directa o indirecta mil millones de personas", declaró Blatter, que defendió la transparencia del organismo que preside, en el que lleva "trabajando 33 años".

"No podemos ser más transparentes. Hay tres órganos diferentes de control de los informes financieros", explicó Blatter, que insistió en que "el setenta por ciento de los ingresos de la FIFA va destinado a programas de desarrollo".

Blatter defendió asimismo el calendario de la FIFA y apuntó que "muchos de los que se quejan, luego se van a Estados Unidos y a Asia a jugar partidos".