El árbitro italiano Roberto Rosetti ha sido designado por la UEFA para dirigir la final de la Eurocopa el próximo domingo en el estadio Ernst Happel de Viena. El honor de dirigir las semifinales ha recaído en el suizo Massimo Busacca, que arbitrará mañana el Alemania-Turquía. El duelo del jueves, entre Rusia y España, será arbitrado por el belga Frank De Bleeckere.

El experimentado De Bleeckere, de 41 años ya ha arbitrado dos partidos en la Eurocopa: el Croacia-Alemania y el Suecia-Rusia. En ambos partidos De Bleeckere tuvo una actuación acertada, y en el primero de los enfrentamientos quedó en la estadística como el primer colegiado en expulsar a un jugador, Schweinsteiger. La prensa alemana le acusó de ser muy estricto en la primera parte y de permitir el juego duro en la segunda, pero admitieron que la expulsión fue correcta. El guardameta alemán, Jens Lehmann, dijo tras el encuentro: "Es un pena y, en parte, asusta, ver qué clase de árbitros pitan en una Eurocopa".

La vocación arbitral le viene de familia, su padre y su abuelo ya vistieron de negro. Sus defensores destacan que dialoga mucho con los jugadores, antes de recurrir a las tarjetas amarillas desde el primer momento.

Es supersticioso, algo que parece que heredó también de su padre, en los días que le toca arbitrar se levanta siempre con el pie izquierdo y almuerza siempre pasta. También ha sido el primer colegiado belga en arbitrar en un Mundial, el de Alemania, en 2006, después de 16 años.

Para el equipo de Luis Aragonés De Bleeckere no ha traído suerte, porque arbitró en la famosa derrota de Belfast, en la que España perdió en 3-2 en Irlanda del Norte en la fase de clasificación para la Eurocopa. Su actuación fue correcta entonces y pasó inadvertida.

De los partidos más polémicos pitados por De Bleeckere destaca por encima de cualquier otro el Turquía-Suiza de repesca para el Mundial de Alemania, que terminó con una bochornosa pelea entre los jugadores de ambos equipos en el túnel de vestuarios.

Desde 2002 pita partidos de la Liga de Campeones y la experiencia española es también muy desigual. Entre otros, en 2005 dirigió la que fue la primera victoria del Villarreal en la Champions ante el Benfica. Un golazo de Senna desde fuera del área dio la victoria por 0-1 a los amarillos.

El belga dirigió también en abril de 2007 un encuentro de ida de los cuartos de final en Stamford Bridge entre el Chelsea y el Valencia, en el que se empató a uno con un golazo de Silva con la zurda. Antes, en octubre de 2006 dirigió también en Stamford Bridge un partido en el que el Barcelona cayó por un gol a cero.

Otro que no es amigo del colegiado es el ex céltico Hristo Stoichkov, que como seleccionador búlgaro criticó con dureza al belga tras un Suecia-Bulgaria y acusó al entonces presidente de la UEFA, el sueco Lennart Johansson, de dictar la derrota de su equipo. En ese encuentro que Bulgaria perdió por 3-0, Stoichkov fue expulsado.