0 - Austria

Macho; Garics, Stranzl, Hiden (Leitgeb, m.55), Pogatetz; Aufhausel (Säumel, m.62), Ivanschitz, Fuchs, Korkmaz; Harnik (Kienast, m.66) y Hoffer.

1 - Alemania

Lehmann; Friedrich, Mertesacker, Metzelder, Lahm; Fritz (Borowski, m.90), Frings, Ballack, Podolski (Neuville, m.83); Mario Gómez (Hitzlsperger, m.60) y Klose.

GOL: 0-1: m. 49: Ballack.

ÁRBITRO: Manuel Enrique Mejuto González (España). Expulsó a los dos seleccionadores, por protestar (m. 41). Amonestó a los austríacos Stranzl (m.13), Hoffer (m.30) e Ivanschitz (m.48).

INCIDENCIAS: Partido de la tercera jornada del grupo B de la Eurocopa´08 disputado en el Ernst-Happel Stadion de Viena ante 50.000 espectadores. Asistieron al encuentro la canciller federal alemana, Angela Merkel, y el presidente austríaco, Heinz Fischer.

Un destello de Michael Ballack, un zapatazo desde 20 metros que colocó en la escuadra fue suficiente para meter a Alemania en cuartos y despedir de la Eurocopa con dignidad a Austria, la anfitriona que llegó hasta la última jornada de la fase de grupos con una esperanza basada en el pasado.

El mito de Córdoba, el recuerdo de la victoria lograda hace 30 años en Argentina contra los alemanes aún pervivirá en la memoria austríaca, porque su realidad le impide renovarlo.

Y eso que, alentada por ese supuesto espíritu, Austria pudo reducir en el primer tiempo la distancia que le separa de Alemania, A ello también contribuyó que, aún bajo el síndrome croata, el equipo de Joachim Löw también se encargase de rebajar su nivel para equipararse a su rival. De esta forma, pasaron los tres primeros cuartos de hora entre pelotazos, faltas técnicas y escaso juego.

La selección austríaca, reforzada por el impulso de la grada, fue sobre todo voluntariosa, pero tropieza con unas limitaciones técnicas que le alejan de la élite.

Alemania tuvo, sobre todo, dudas. La derrota contra Croacia hizo mucho daño y ni la terapia de grupo a la que se sometió el equipo tras ese revés le ha sacado del embrollo.

Al contrario, con Ballack rodeado en todo momento de contrarios, no hubo quien asumiera la dirección y copió el juego del rival. Mucho balón largo y poca precisión.

Austria no mostró mucho más, porque tampoco tiene mucho más que arrojo, lo que le sirve para forzar algunos saques de esquina que son saludados desde la grada como si de penaltis se tratasen.

Sin mucho ritmo, con muchas faltas y menos ocasiones, fue el español Mejuto González el que decidió animar la fiesta y expulsó a ambos técnicos antes del descanso, después de que estos se enzarzasen en una discusión con el cuarto árbitro de por medio.

Y sin entrenadores en el banquillo, la favorecida fue Alemania y, sobre todo, Ballack, que solventó la disputa al comienzo del segundo tiempo, con un gran golpe franco desde 20 metros.