32 - Grecia

(14+18): Tsilimparis (Kotsifas, p.s.); Alvanos (5), Mastorogannis (2), Karipidis (5), Balomenos (3), Chalkidis (7), Papadopoulos (2), Sanikis (5), Riganas (-), Samaras (3), Zaravinas (-) y Mpalomenos (-).

31 - España

(13+18): Barrufet; Rocas (1, pen), Raúl Entrerríos (4), Garabaya (2), Prieto (1p), Lozano (3), García Parrondo (2), Davis (-), Juanín (2), Iker Romero (9, 2p), Mariano Ortega (7), Aguinagalde (-) y Ruesga (-).

Árbitros: Lazaar y Reveret (Francia). Excluyeron por dos minutos a Karipidis, de Grecia y Aguinagalde y Garabaya, de España.

Incidencias: partido de vuelta de clasificación para el Campeonato del Mundo de Croacia 2009.

La selección española de balonmano logró, sin brillo, el billete para el Campeonato del Mundo de Croacia 2009, tras hacer valer la renta de ocho goles que logró en el partido de ida frente a Grecia, que ganó el de vuelta por 32-31.

El conjunto de Juan Carlos Pastor mantuvo una línea irregular. Sostenido por algunas individualidades careció de la determinación de antaño. De hecho, por primera vez en su historia salió derrotada en un enfrentamiento contra el conjunto heleno.

Ni siquiera mejoró tras el descanso, cuando Grecia ya advirtió con su entusiasmo (14-13), fruto de los vaivenes en el juego hispano. Y eso que los primeros minutos fueron de claro dominio español.

España fue por delante hasta que tres goles consecutivos de Karipidis nivelaron el electrónico (6-6). A partir de entonces España aguantó gracias a los lanzamientos exteriores de Iker Romero (7 tantos en la primera mitad) y las paradas de David Barrufet.

Grecia se metió en el partido gracias rápidos contraataques y a su agobiante defensa (6-0). La máxima ventaja que alcanzó fue de dos goles en los últimos compases del primer tiempo.

Los 500 goles de Juanin García con la selección, cifra redondeada en la primera parte y ampliada con uno más tras el descanso, fue lo más llamativo de un duelo que amplió las carencias de España.