La delantera será una de las demarcaciones más desguarnecidas del Celta cuando se complete la "operación salida" en la actual plantilla. En lo tocante a puntas natos, de hecho, el vestuario puede quedarse desierto. Okkas y Diego Costa se desvincularán del equipo vigués el próximo 30 de junio. Perera, que hoy tiene cita en Praza de España, figura en la lista de jugadores prescindibles. Y el gol es una prioridad en cualquier diseño serio. Por eso la dirección deportiva está a la caza de algún referente con el que decorar el inicio de las subastas veraniegas. El mexicano Francisco Bravo es una de las piezas señalas.

El futbolista lo ha revelado en varias entrevistas concedidas a medios de comunicación de su país. "Era algo muy personal que me estaba reservando pero así es. Existe la posibilidad de emigrar y sólo tengo que esperar a ver cuáles son los planes aquí y si se concreta el interés de ellos", ha comentado.

Le faltan, por tanto, dos cabos que atar. El "aquí" corresponde al Veracruz, su actual equipo. La directiva todavía no le ha comunicado si pretende retenerlo y a qué precio. El "ellos" atañe al Celta, que ha confesado a Bravo o a sus representantes que es uno de los candidatos entre varios que están valorando. Una terna, afirma el norteamericano, de 31 años.

En esas carrera de tres, el menudo Bravo no tendrá el obstáculo de su condición de extranjero. "La verdad es que sí me ilusiona (jugar en España), más aún porque cuento con el pasaporte comunitario y eso me podría facilitar las cosas", argumenta. México, por las obvias vinculaciones personales de Mouriño, se ha convertido en un mercado atractivo.

El Celta, durante buena parte de la temporada, había considerado la posibilidad de solicitar al Atlético de Madrid que prolongase la cesión de Diego Costa durante una temporada más. Parece que ese interés se ha enfriado. De añadido, el club madrileño ha comunicado al joven brasileño que realizará la pretemporada con el equipo de Aguirre.