El Celta, volcado en todo lo relativo al proceso concursal, ha desplazado a un segundo plano la construcción del próximo proyecto deportivo, pero sigue maniobrando en la sombra. A expensas del anuncio oficial del fichaje de Trashorras y de la proclamación del nuevo entrenador, seguramente Pepe Murcia, la dirección deportiva confía en que el final liguero de Segunda División le permite avanzar en otros frentes abiertos.

Diego Castro y Jonathan Pereira son dos de los objetivos señalados con más énfasis en la agenda celeste. El club cuenta a su favor con la voluntad de los jugadores. Pero es algo que en el caso de Pereira podría no bastar.

Diego Castro ha hecho saber que está decidido a fichar por el Celta, incluso aunque consiga el ascenso a Primera División con el Sporting este domingo. Al pontevedrés, cuyo contrato concluye el 30 de junio, le tienta el regreso a casa por encima de militar por primera vez en su vida en la máxima categoría.

Pereira también desea jugar ante su gente. El delantero del Calvario conversó el lunes en Vigo con Ramón Martínez y el director general, Antonio Chaves. Con tal de vestir la casaca celeste no le importa pasarse otro año en Segunda.

Sin embargo, el Villarreal ha diseñado otro plan para él. La entidad levantina, poseedora de sus derechos, entiende que ha cumplido una fase de su aprendizaje en el Racing de Ferrol y prefiere que se foguee ya en Primera. El consejero delegado, Llaneza, asegura que tiene cuatro ofertas de élite por el vigués. Una de ellas es del Racing de Santander, con el que ha alcanzado un acuerdo. Ahora todo depende de la capacidad de presión que pueda ejercer Pereira.