Marco Simoncelli (Gilera) se benefició de un error en la trazada de Álvaro Bautista (Aprilia) cuando faltaban cuatro curvas para acabar la carrera de 250 c.c.. Barberá (Aprilia), que aguantó hasta media carrera junto a los dos de cabeza, finalmente cedió terreno y conservó la tercera posición. El líder, Kallio (KTM), no acabó por problemas mecánicos.

Esta vez Simoncelli no debió realizar ninguna trampa como sucedió en Italia cuando propició el accidente de Barberá. En Cataluña, Simoncelli fue paciente.

En la misma curva durante casi toda la carrera, Simoncelli sometió a un exceso de presión a Bautista. El manchego aguantó las embestidas. Hasta la última vuelta, en la que el manchego se pasó de frenada. Simoncelli no se esperaba el error garrafal, ya que parecía que había lanzado la toalla, porque había perdido unos metros que hacían casi imposible acometer a Bautista. Pero no desperdició el regalo. Le superó y trazó las cuatro siguientes curvas con maestría. Bautista, en un último esfuerzo intentó dar alcance pero le fue imposible la empresa y quedó a 39 milésimas.