Ser una mujer en un mundo de hombres. Ésa es la única razón que puede dejar a María Victoria Piñeiro fuera del Campeonato de España de Remo Olímpico que se disputará del 27 al 29 de junio en la localidad ourensana de Castrelo do Miño. Y es que esta canguesa afincada en Astillero desde hace tres años ha movilizado al mundo deportivo y político para poder hacer lo que ha hecho durante toda la temporada: ejercer como timonel en la embarcación masculina de "ocho con" del club cántabro.

El "no" de la Federación Española de Remo ha provocado críticas desde todos los sectores y ha motivado incluso una petición del Parlamento Cántabro ante el Gobierno para que las mujeres puedan patronear botes masculinos en los campeonato nacionales.

El órgano federativo se ampara en el reglamento internacional, algo que desde Astillero matizan. "No contempla la inclusión de mujeres excepto en dos casos: el primero, en veteranos, y el segundo en caso de que la Comisión ejecutiva de cada competición así lo requiera", argumentan. La posibilidad de cambiar la situación está abierta, tal y como ya se ha hecho en otros países. "La Federación está en su derecho, pero teniendo el ejemplo de otras naciones no entendemos su postura y nos desilusiona", señalan.

Detrás de todo esto no se esconde el capricho, sino la necesidad y las evidentes condiciones de Piñeiro.

"Si un tío fuera mejor que ella iría un tío. Eso está clarísimo", afirma Jon Zalzamendi, entrenador de Astillero. "Ser remera le favorece porque conoce las estrategias de competición", afirma. Todo empezó a principios de temporada, cuando el club se quedó sin timonel, un puesto específico que requiere no sobrepasar los 55 kilos. "Hace falta experiencia, capacidad de manejar un grupo, claridad de ideas y responsabilidad", apunta el técnico. La casualidad llevó a Piñeiro a echar una mano en un entrenamiento. Y de ahí a asumir toda la campaña. "Tiene unas condiciones perfectas y podía dedicarnos tiempo", afirma. De ahí a competir en la Regata Internacional de Burdeos, el Open de las Naciones de Castrelo de Miño o el Head of the River de Londres. Ahora sólo está pendiente de una vuelta de tuerca para poder remar el Nacional.

"En otros países esto está superado"

Con 24 años y después de una trayectoria que la llevó del piragüismo en el Ría de Aldán y el Breogán de O Grove al remo en banco fijo y móvil, María Victoria Piñeiro acapara en los últimos días todos los focos en este deporte.

-¿Cómo lleva toda esta polémica?

-Bien. A ver si se consigue algo. Cuando empecé tenía asumido que no podría ir al Campeonato de España, pero empezó todo este lío y a ver si sale algo positivo.

-Defienden que en otros países no existiría la discriminación.

-En otros países como Francia, Inglaterra o Nueva Zelanda hay mujeres timoneles disputando los Nacionales. Cuando llamamos para comentarles nuestro caso les dio la risa. Allí hace cinco o diez años que tienen esto superadísimo.

-La petición que hacen, incluso con la normativa en la mano, no parece descabellada.

-No. Personalmente estoy molesta porque me parece que no estamos pidiendo nada fuera de lo normal. Hay que ajustarse a los tiempos que corren. Pido ir de timonel. Sólo he de pesar 55 kilos y dar voces, no tengo que remar. Ni siquiera es lo mismo que ir de patrón en un batel, que necesitas algo de fuerza. Aquí pego gritos y voy sentada.

-¿Cómo se lo han tomado sus compañeros?

-Me animan y confían en que pueda ir al Nacional. Es como cuando a un equipo de fútbol le quitan el portero titular.

-¿La recibieron bien el primer día que ejerció como timonel?

-Me recibieron bien. No tenía experiencia, pero si fuese de lado a lado no me llevarían. Y es más difícil en los entrenamientos que en las regatas.