Nadal venció al mejor Federer sobre tierra batida y se apuntó su décimo título Masters Series, y el primero en su cuenta este año. Y lo hizo derrotando al número uno del mundo que mejor ha preparado este encuentro, vital para sus intereses de cara a Roland Garros.

Federer llevaba hasta hoy invicto desde que perdió la final de París del año pasado. Desde entonces había ganado en la final de Hamburgo, a Nadal, rompiendo su racha de 81 partidos seguidos en arcilla, y esta temporada había ganado el título en Estoril la semana pasada y sumado las cinco victorias hasta hoy.

Ante casi ocho mil espectadores, entre ellos el ex jugador del Barcelona y Real Madrid, y ahora en las filas del Inter de Milán, el portugués Luis Figo, que como había prometido a Federer en Estoril acudió a la pista central del Montecarlo Country Club, con su mujer Helen Suedin y sus dos hijas para verle ganar, el suizo defraudó como número uno al desaprovechar una ventaja de 4-0 en el segundo set que hubiera puesto el partido mucho más en vilo.

Nadal se mostró como acostumbra, incombustible. Su virtud en el primer set fue romper el servicio de Federer dos veces, después de haber cedido el suyo, y saber encontrar la medida al juego del suizo a quien ahora aventaja por 9-6 en sus enfrentamientos.

El problema de Federer es que a pesar de haber sumado este año un torneo a su calendario en Estoril continúa jugando contra Nadal como al español más le gusta, atrás y sin presionar con su fantástico saque y volea. Solo cuando el suizo se lanzó al ataque, al más puro estilo Wimbledon, supo sacar partido al duelo. Pero casi siempre fue cuando se veía contra las cuerdas y sin mucho tesón.

Su saque, con el que una vez logró uno de sus cinco "aces" a 226 kilómetros por hora, no fue suficiente. Tampoco su revés liftado que ahora prodiga mucho más, siguiendo los consejos de su nuevo técnico, el español José Higueras. Nadal sigue mandando desde el fondo de la pista, y su físico, con 21 años, es superior al del suizo, que hoy cometió 44 errores no forzados, 22 más que el español.

"Has jugado genial", dijo Federer a Nadal en la entrega de trofeos, "para mí siempre es lo mismo". añadió. "Vencer aquí por cuarto año consecutivo es algo inimaginable", acertó a decir Nadal, que lleva ya 22 partidos consecutivos triunfando en el Principado monegasco, desde que perdió con el argentino Guillermo Coria en la tercera ronda, hace ya cinco años.

"No obstante estoy contento con mi actuación porque estuve a punto de perder en primera ronda", dijo Federer al referirse al partido contra el español Rubén Ramírez Hidalgo. "Llegar a la final después de esto, está muy bien".

Con la Copa del Príncipe Soberano de Monaco en sus manos y con la defensa del título de Barcelona a partir de mañana lunes, Nadal devolvió elogios a Federer. "Sabemos todos que es el mejor, diga lo que diga la gente", y luego se despidió con el mejor halago para el torneo: "este es el mejor del mundo para mí", añadió.

Nadal, el auténtico rey de la tierra, ha ganado ya 97 de sus 98 partidos sobre arcilla desde que ganó su primer Montecarlo en abril del 2005. Ahora es el rey del Principado. Solamente el neozelandés Anthony Wilding, ganador en 1911-14, ha triunfado cuatro veces aquí.

El rumano Ilie Nastase, que presenció en la grada el triunfo del de Manacor, era hasta hoy el único junto con Nadal que había ganado tres veces seguidas aquí.