El Celta ha dado el primer paso en la planificación de la plantilla para el próximo curso con la revisión del contrato de Miguel Pérez Cuesta, Michu, el más prometedor futbolista del filial y uno de los pilares sobre los que el club pretende sustentar su próximo proyecto deportivo.
El acuerdo se cerró el pasado viernes tras una rápida negociación. Michu ha firmado un contrato profesional por tres temporadas y pasa a ser jugador del primer equipo a todos los efectos hasta junio del año 2011.
Hasta el pasado viernes, el ovetense tenía contrato semiprofesional con el Celta B hasta junio de 2009 con una opción de prórroga unilateral del Celta por dos años más. La revisión contractual incluye una sustancial mejora salarial.
El Celta ha guardado un inexplicable silencio en torno a la revisión del contrato de Michu. De hecho, fue el propio futbolista el que reveló ayer que las negociaciones que el club mantenía con su representante llegaron a buen puerto el pasado viernes.
"Estoy muy contento con el acuerdo al que he llegado. No sé que ficha tengo aunque he firmado un nuevo contrato por tres temporadas a partir de esta, es decir, hasta 2011", dijo el medio centro, cuya meta es ascender con el Celta. "Estoy muy a gusto en Vigo y pienso que, si por desgracia no lo conseguimos este año, el Celta tiene que volver a Primera División el próximo como sea", indicó el asturiano.
Michu llegó al Celta el pasado verano como uno de los refuerzos estrella del filial y muy pronto se convirtió en una de las piezas clave de la gran campaña del equipo que dirige Alejandro Menéndez, con el que llevaba diez goles hasta que Antonio López le dio la alternativa con el primer equipo hace seis jornadas. Debutó frente al Albacete y desde entonces ha sido titular en todos los encuentros, bien como medio centro, bien media punta.
Perspectivas
El jugador se refirió ayer a esta dualidad. "Prefiero jugar como pivote aunque lo importante s estar entre los once titulares, aunque sea de portero", indicó. Michu analizó también la actualidad del equipo y sus perspectivas de futuro en este tramo final del campeonato.
"Esta semana ha sido más tranquila. Esos tres puntos nos han dado mucha confianza y pienso que el juego que desplegamos nos tiene que dar mucha más ilusión y muchas más ganas", afirmó.
El centrocampista ovetense añadió que el Celta se ha fijado la meta de ganar mañana en el Nou Estadi y no piensa mucho más allá, aunque dejó claro que nadie en el equipo renuncia al ascenso mientras exista una mínima posibilidad.
"Pensamos en ganar el sábado al Nástic y después ya veremos. Viene el Málaga, que es un rival complicado, pero el equipo tiene la mente puesta en ganar en Tarragona", subrayó Michu, que remachó: "Mientras las matemáticas no digan lo contrario tenemos que pelear nuestras opciones, más que nada por la afición, que se está matando en los desplazamientos. El equipo es consciente de que todavía es posible, no creo que nadie haya arrojado la toalla".
