Antonio Núñez y Jorge Larena han asumido que no continuarán en el Celta la próxima temporada. El centrocampista madrileño y al media punta canario concluyen contrato el próximo 30 de junio y ambos interpretan el silencio del club vigués como una declaración de intenciones.

En diciembre pasado, cuando el ascenso a Primera División era una posibilidad factible, el Celta les comunicó, de modo informal, que les gustaría contar con ellos, si el equipo ascendía. Las noticias han cesado y, en las actuales circunstancias, con el equipo a ocho puntos del tercero y apenas nueve jornadas por delante, su continuidad en Vigo parece poco menos que una quimera. El caso es que tanto Núñez como Jorge quieren seguir y al club, que valora su compromiso y profesionalidad sin tacha, les gustaría retenerlos.

Obstáculo económico

El obstáculo, por tanto, es puramente económico. El madrileño y el canario firmaron en Primera División y el club no podrá afrontar su ficha a menos que se acepten una considerable rebaja en sus emolumentos, lo que parece improbable. Para los dos jugadores no es un obstáculo pasar una temporada más en Segunda y están dispuestos a escuchar una oferta del Celta aunque comprenden el silencio y las razones del club y agradecen el trato recibido.

Ambos, sin embargo, son libres para negociar su futuro y están en el mercado desde el pasado mes de enero. Núñez reconocía recientemente que ya hay equipos que han mostrado interés por hacerse con sus servicios, aunque por el momento no se haya sustanciado ninguna oferta. "Para esto esta trabajando mi representante. Está trabajando y sé que hay cosas, pero sin concretar todavía. Espero tener alguna posibilidad para seguir disfrutando del fútbol", afirmó. Y agregó: "El Celta puede tener sus propias ideas para el año que viene. Si les interesa hablar conmigo, hablarán; si no, no hay ningún problema"´.

Compromiso

Tanto Núñez como Jorge Larena cuentan con un reputado currículo deportivo y su rendimiento este curso ha sido más que aceptable, a pesar del fracaso deportivo al que, colectivamente, parece abocado el Celta. Por ello no resultaría extraño encuentren fácilmente acomodo en algún equipo de Primera División.

Sea como fuere, ambos han insistido en que no regatearán esfuerzos para ayudar al Celta a ganar partidos en un tramo final de temporada sin demasiados alicientes pero en el que brilla todavía para los dos una tenue esperanza a la que no están dispuestos a renunciar sin lucha.