El golfista surafricano Trevor Immelman culminó la sorpresa y se enfundó la `chaqueta verde´ de vencedor del Master de Augusta 2008, poniendo a su país otra vez en el palmarés del primer `major´ del año 30 años después.

En 1978, el mítico Gary Player conquistó su último `grande´ y su tercer Masters. Desde entonces, ninguno de los denominados grandes jugadores surafricanos como Ernie Els o Retief Goosen habían podido vencer en Augusta, aunque sí en otros escenarios como el Open USA o el British.

Sin embargo, Immelman, de 28 años, acertó a controlar la presión, ayudado también por los fallos de sus rivales, y por la no aparición del Tiger Woods estelar que el público, más de corazón que de cabeza, podía esperar.

Con unas condiciones complicadas por el fuerte viento, el ganador firmó su peor recorrido de los cuatro días (75, +3), pero le bastó para lograr su mayor conquista en un día final donde apenas hubo emoción salvo al principio y donde primaron los fallos por encima de los aciertos, salvo en el caso de Jiménez.

Así, un gran `eagle´ del estadounidense Brandt Snedeker, que empezaba el domingo a dos golpes, le permitió alcanzar el coliderato, pero a partir de ahí no dejó de cometer errores. Tampoco fueron regulares ni su compatriota Steve Flesch ni el inglés Paul Casey, ambos también desbordados por el campo, las condiciones y la presión.

Con todo ello, Immelman, que en Augusta había brillado en 2005 (quinto), sólo tuvo que esmerarse en no cometer demasiados errores. El `bogey´ del 12 y que le ponía con -9, lo enmendó rápidamente en el 13, pero un `doble-bogey´ en el 16 le dejó a tres golpes de Tiger Woods y con dos hoyos por jugar, aunque supo salvar el 17 y el 18 para acabar con -8 y recibir de Zach Johnson la prenda más prestigiosa del mundo del golf.

Woods dijo adiós a la conquista del `Grand Slam´, de su quinta `chaqueta verde´ y de su `major´ número 14 después de haber firmado un torneo discreto donde sólo brilló el sábado.

El californiano no desplegó en la última jornada ese juego espectacular que hubiera metido el miedo en el cuerpo a sus rivales. El `Tigre´ salvó el par (72) y se conformó con una tarjeta final de 283 (-5), que sin embargo, le dejó como el segundo clasificado a tres golpes de Immelman.

El que sí se marchó satisfecho del Masters fue Miguel Angel Jiménez. En un recorrido que no es de su agrado, porque premia a los `pegadores´, el malagueño terminó por adaptarse al campo y firmó unos 68 finales, cuatro por debajo del par, que le situaron en el `top ten´ y con el consuelo de firmar la mejor tarjeta del día.

El español, tras un mal comienzo de torneo, se fue asentando y pudo sacar a relucir su mejor golf, con `eagle´ incluido en el hoyo 7, y sin asustarse por el fuerte viento que le acompañó. Dos `birdies´ consecutivos (hoyos 13 y 14) y uno más en el último del Augusta National le permitieron acabar por debajo del par (-1) y como octavo clasificado.