El dúo español superó al alemán formado por Philipp Kohlschreiber y Philipp Petzschner por 6-7 (3), 7-6 (1), 6-4, 2-6 y 12-10 para obtener el 0-3 definitivo ante Alemania que clasifica al equipo español.

Cuatro años después el tenis hispano alcanza una semifinal de la Davis. La anterior fue en el 2004, el año en el que logró su segunda y, hasta ahora, última 'Ensaladera', lograda en Sevilla al superar a Estados Unidos.

Entonces España rentabilizó un cuadro benévolo, bendecido por la condición de local en casi todo los duelos. A excepción del que jugó ante la República Checa en Brno, superó a adversarios como Holanda, en Palma y Francia, en Alicante. En esta oportunidad, ha sacado adelante dos enfrentamientos a domicilio. Contra Perú en Lima y este de Alemania, en Bremen.

En esta ocasión, la norteña ciudad germana dimitió del devenir tenístico de su país. Es el reflejo de la decepción que vive el tenis alemán, árido de figuras y contrariado por las promesas incumplidas de los herederos de Boris Becker y Michael Stich. Ni Tommy Haas ni Nicolas Kiefer han sido capaces de alentar el espíritu de este deporte.

Fue evidente en el partido de dobles. Tras asumir la inferioridad contra España, que cerró la primera sesión con las dos victorias de su lado, Bremen prefirió el fútbol. El tirón de la Bundesliga despobló las gradas del AWD Dome, desangelado a la hora del partido.

Mientras Kholschreiber y Petzchner se afanaban por sobrevivir en medio del único aliento de 3.000 seguidores, una tercera parte del aforo, la ciudad estaba pendiente del Weserstadion, con los goles del Werder ante el Schalke 04.

Cuatro jugadores con un escasa condición de doblistas protagonizaron un duelo eterno, lleno de alternativas. En el que la incertidumbre y la emoción terminó por aplacar el tenis gris que predominó en todo momento. La extensión se acercó a la de Ginebra, el pasado curso, en el que este mismo dueto español tardó cuatro horas y 48 minutos en doblegar a Claudio Chiudinelli e Yves Allegro.

Sólo faltaron tres minutos para superar la histórica barrera.

Los españoles, con más tradición en el doble, desperdiciaron cada ocasión de rematar a un rival amarrado al torneo. Echaron por tierra la renta de inicio (3-0) y perdieron el set en el desempate.

Encauzaron el camino con la consecución de los dos siguientes (7-6 (1) y 6-4). Pero lejos de rematar a los teutones, facilitaron un despertar que complicó la vida a los hispanos.

Feliciano López, que tiró del equipo dada la inestabilidad de su compañero, careció de la contundencia habitual en el servicio. Fue sencilla la igualada para Alemania que dirigió el encuentro hacia la incertidumbre del quinto parcial.

Nadie cedió su saque. Aunque el encuentro se inclinó más hacia el cuadro local, el único que dispuso de opciones de rotura, España amarró la victoria en la única ocasión del partido en la que Kohlschreiber perdió su servicio.

A España le espera, presumiblemente, Estados Unidos con gran parte de su trayecto andado en la eliminatoria frente a Francia. El cuarteto de Emilio Sánchez Vicario estará de local. Y se pondrá de cara hacia una nueva final y otra 'Ensaladera'.