"Los representantes de la candidatura (de Pekín 2008) dijeron (al presentarla) que llevar los Juegos a Pekín haría avanzar la agenda social de China incluidos los derechos humanos", señaló hoy Rogge en rueda de prensa en Pekín.

"Esto es lo que yo llamaría un compromiso moral más que uno jurídico", señaló el belga al responder a una pregunta sobre las obligaciones contractuales de Pekín 2008 con respecto a los derechos humanos.

En este sentido añadió: "Definitivamente, hemos pedido a China que respete este acuerdo moral".

Rogge se reunió ayer con el primer ministro chino, Wen Jiabao, aunque no quiso desvelar detalles del contenido de su reunión sin que la comisión ejecutiva del COI se haya pronunciado aún sobre ellos.

Sobre las protestas por la represión en el Tíbet que se han producido en el relevo de la antorcha olímpica en Londres, París y San Francisco, Rogge señaló que "es muy fácil criticar" la decisión de haber llevado los Juegos a China.

"Es fácil decir ahora que la de 2001 no fue una decisión sabia y sólida. Pero hay que regresar al pasado, al 30 de julio de 2001, hace siete años. Claramente, sin duda, la candidatura de Pekín fue la mejor de las que se presentaron".

El belga explicó los motivos: "Pekín podía ofrecer algo que ningún otro candidato podía ofrecer, el valor añadido de traer el deporte y el olimpismo a una quinta parte de la población mundial".