En los mentideros del Augusta National ni se discute que Tiger Woods es el favorito para ganar el Masters, el primer "Grande" de 2008 que comienza hoy, puesto que, simplemente, los sesudos septuagenarios de este club elitista pasan el tiempo deliberando quién será el segundo y a cuántos golpes acabará del mejor golfista del planeta.

Sólo los que ignoran las cifras de Tiger desde el 8 de mayo de 2007 o los que buscan en el azar de las apuestas conseguir un buen pellizco señalan a otro golfista como posible campeón en Augusta: ocho victorias en diez torneos; cuatro de cinco en 2008, siempre en el top-cinco desde el último Open Británico de 2007 y 38 de sus últimas 40 rondas al par o mejor. Son números propios de la leyenda que a sus 32 años representa Tiger Woods, el que pronto será el mejor jugador de golf de la historia.

En realidad, la mayoría prevé quiénes serán los protagonistas de la famosa fotografía del domingo en el soleado atardecer de final de torneo en Augusta: Zach Johnson, campeón de 2007, ayuda a Tiger a enfundarse su quinta Chaqueta Verde.

De hacerse realidad esta predicción mayoritaria, Tiger Woods, de 32 años, se convertiría en el primer golfista de la historia en conseguir cuatro Chaquetas Verdes en una misma década (2001, 2002, 2005 y 2008), se colocaría a una de las seis que obtuvo Jack Nicklaus y a cuatro títulos de Grand Slam del récord de dieciocho que acumuló Nicklaus en toda su carrera. Tiger asusta por la abrumadora superioridad que ha demostrado en un deporte igualado y en el que hacerse con media docena de torneos en un año ya puede ser considerado una hazaña. Sin embargo, los objetivos que se marca el californiano son de otro planeta: ganar el Grand Slam, alcanzar a Nicklaus, batir todos los records posibles. Woods dejó a su "gurú" Harmon hace un año y desde entonces la mejoría de su juego ha sido espectacular. Solucionó una pequeña deficiencia técnica con su rodilla izquierda y desde entonces juega "más recto que nunca" como él mismo ha dicho. Su final y comienzo de temporada son el exponente perfecto del nivel que el jugador ha alcanzado y que hace que los ojos de todo el mundo estén puestos sobre él.

Españoles

No obstante la abrumadora superioridad de Tiger y las predicciones, Augusta se preparara para un intenso e igualado torneo en el que participan tres españoles, José María Olazábal, Sergio García y Miguel Ángel Jiménez. El golf español está de enhorabuena con la presencia de Olazábal, bicampeón del Masters (1994 y 1999) y nuevamente en Augusta tras superar una lesión que le ha tenido apartado de las canchas de golf durante más de siete meses. Además, las sensaciones que ha dejado en sus dos torneos previos (Open de Andalucía y Open de Houston) invitan al optimismo. Superó ambos cortes, con especial relieve el de Houston para soñar con un 'top-ten'.

En cuanto a García y Jiménez, el primero figura en la lista de candidatos un año más y el andaluz jugará sus bazas ante la desventaja que le supone la longitud del campo.

Jiménez tendrá el honor de comenzar compartiendo partido con el mítico golfista surafricano Gary Player, de 72 años y uno de los tres grandes jugadores de siempre, junto con Jack Nicklaus y Arnold Palmer.

Player es el único de los tres aún en activo. Hoy batirá el récord de Palmer pues comenzará para él su Masters número 51, aunque Palmer jugó sus 50 torneos de manera consecutiva y Player no estuvo en el de 1973, pues se recuperaba de una operación.

También Fred Couples podría batir otro récord si atraviesa el corte del viernes. El estadounidense se convertiría en el primer campeón del Masters (ganó en 1992) que supera el corte en todas sus participaciones (23).