Rubén, Central del Celta: "Se ha demostrado que el éxito dependía en un porcentaje muy bajo de la calidad"

-¿Qué mensaje ha podido transmitirles Carlos Mouriño?

-Sobre todo ha querido mostrarnos su apoyo tal y como está la situación, ya que las expectativas que todo el mundo tenía para este año no se han cumplido.

-¿Mouriño entiende que el fracaso no se ha debido a la falta de motivación?

-Esto es muy complicado. Nadie tiene el botoncito para que las cosas salgan como se espera. Hay que tener en cuenta la capacidad de los otros equipos, que en este caso han hecho las cosas mejor que nosotros. Hay que seguir intentándolo. Si ganásemos los diez partidos que quedan, se daría la sorpresa y ascenderíamos. Pero es verdad que ahora mismo está muy complicado y sería importante acabar bien el año.

-Usted fichó por el Celta por cumplir su sueño de niño. El sueño se ha torcido.

-No me arrepiento para nada de venir al Celta y seguiré estando aquí el año que viene para luchar por el ascenso. He venido con todas las consecuencias y también tenía en mente la posibilidad de que no se lograse y pasar otro año más en Segunda. Volvería a tomar la misma decisión.

-Siempre podría llegar una oferta.

-Yo tengo claro que me quedo. Me quedan cuatro años más de contrato. Estaba decidido en verano y sigo igual. El mundo del fútbol da muchas vueltas. Pero tanto personal como profesionalmente me gustaría llevar al Celta a donde se merece. En mi cabeza no cabe otra cosa.

-Le hemos criticado mucho últimamente por sus fallos. ¿Cómo lo lleva?

-Muy bien. Siempre he sido un jugador criticado y he intentado sacar lo mejor de estas críticas. Muchas veces tienen mensajes positivos, que hay que saber entender y aprovecharse de ello. Otras, no. Todo el mundo puede criticar y no siempre acierta. Pero hay que saber digerirlas. Es lo que hago. No están saliendo las cosas bien en el plano individual. No estoy contento para nada. Voy un poco acorde con el plano colectivo. Nadie puede decir a estas alturas que esté contento con su trabajo. Todos podríamos haber dado un poco más.

-Es cierto que falla porque se muestra y acude. ¿Siempre ha visto esa implicación en los ojos de sus compañeros?

-Yo lo voy a dar todo siempre. Nadie me podrá achacar que me falte implicación y trabajo. Sí podrán achacarme fallos individuales en momentos concretos de un partido, pero no lo otro. En cuanto a mis compañeros, no me voy a meter. Cada uno tiene que saber lo que hace y es profesional para saber cuándo está rindiendo por debajo de su nivel. Dudo mucho de que alguno no lo haya dado todo. No han salido las cosas, pero no ha sido por compromiso. La mayoría lo ha tenido.

-Esperará que el club monte un nuevo proyecto competitivo.

-Sobre todo, que monte un proyecto acorde con las situaciones. Hay que tener en cuenta que no todos los jugadores de Primera valen para Segunda y viceversa. Hay que saber que tenemos que jugar una liga que es muy competitiva, como hemos visto este año. Los equipos que tienen más calidad en sus filas no son los que están arriba y sí los que están mejor montados, digamos que más armados y tácticamente más fuertes. Son los que al final se llevarán el objetivo que todo el mundo ansía. Dentro de eso, la gente encargada de trabajar para confeccionar el equipo del próximo año lleva mucho tiempo en el mundo del fútbol y sabrá hacer las cosas bien. No lo dudo.

-A toro pasado, ¿se apostó demasiado por la calidad técnica en la actual plantilla y faltó ese punto de fuerza e intensidad?

-Cuando llegué, en mi primera rueda de prensa, dije que en Segunda influía mucho la fuerza. Muchísimo, igual que la pelea, la intensidad o las segundas jugadas. Y que quizás un tanto por cierto muy bajo dependía de la calidad dentro del grupo. Creo que se ha demostrado. No dudo de que los encargados de confeccionar el equipo del año que viene habrán tomado notas a lo largo de la temporada, incluso para mirar futbolistas que estén jugando en esta categoría y puedan venir aquí a ayudar y aportar su experiencia.