4 - Liverpool

Reina, Carragher, Skrtel, Hyypia, Aurelio; Alonso, Mascherano, Gerrard, Kuyt (Arbeloa, m.90), Crouch (Babel, m.77), Torres (Riise, m.86).

2 - Arsenal

Almunia; Toure, Gallas, Senderos, Clichy, Eboue (Walcott, min. 72), Diaby (Van Persie, min.72), Flamini (Gilberto Silva, min.42), Cesc, Hleb, Adebayor.

GOLES: 0-1, Abu Diaby, m.13, 1-1, Sammy Hyypia, m.30, 2-1, Fernando Torres, m.68, 2-2, Emmanuel Adebayor, m.83, 3-2, Steven Gerrard, m.85, de penalti, 4-2, Ryan Babel, m.90

ÁRBITRO: Peter Frojdfeldt (Suecia). Sacó tarjeta amarilla a Phillipe Senderos, del Arsenal, en el minuto 17 por una falta cometida sobre Steven Gerrard.

INCIDENCIAS: Partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones, disputado en el estadio de Anfield (Liverpool) ante aproximadamente 45.000 espectadores.

El Liverpool se clasificó para las semifinales de la Liga de Campeones tras un partido inolvidable ante el Arsenal y en la que la fortuna y el arbitraje volvieron a penalizar al conjunto de Wenger que ya en la ida habían merecido una victoria que se les había negado. En un encuentro mucho más parejo que el jugado en Londres los de Benítez parecían haber encontrado en su fuerza física el freno al descaro del cuadro de Wenger, pero estos no perdieron la cara al partido y Adebayor, tras una jugada increíble de Walcott que recorrió ochenta metros regateando contrarios, pareció que le daba la eliminatoria al Arsenal. Pero en escena apareció entonces un árbitro cegato que se inventó un penalti a falta de cinco minutos que hundió al Arsenal y abrió de par en par las puertas de la senmifinal a lo de Benítez.

El equipo que dirige Arsene Wenger salió desde el pitido inicial en busca del gol que neutralizara el encajado en el Emirates Stadium. Así, el conjunto londinense aprovechó el desplazamiento de Steven Gerrard a la banda izquierda para hacerse con el dominio del balón en la medular.

La defensa del Liverpool supo controlar las primeras tentativas de Adebayor en punta, pero el asedio "gunner" acabó dando sus frutos. Una jugada de peligro del togolés fue mal resuelta por la zaga "red", que concedió de nuevo el balón al Arsenal. Fue entonces cuando Hleb aprovechó el desconcierto y pasó sobre la incorporación de Diaby, que resolvió con un fuerte derechazo que se coló entre Reina y el palo.

Como ya ocurriera en el partido de ida, los hombres que entrena Rafa Benítez reaccionaron tras verse por detrás en el marcador. Cumplido el ecuador de la primera mitad, el Liverpool ganó terreno y cercó la portería rival. Esta vez el error en el córner correspondió a los "gunners", que permitieron a Hyppia conectar un cabezazo inapelable que se coló por la escuadra de la meta de Almunia.

El gol de la igualada revirtió la situación sobre el terreno de juego. Los "reds", espoleados por el tanto, se volcaron al ataque. La nueva mentalidad, junto con la lesión de Flamini, permitió unos últimos minutos de claro dominio local que, finalmente, no se reflejó en el electrónico.

Aumenta la presión

La llegada del descanso no frenó la iniciativa del Liverpool, que regresó de los vestuarios aún con la portería rival en el punto de mira. Mientras tanto, la gran presión ejercida en el centro del campo complicaba la salida del balón del Arsenal y reducía las opciones en ataque de la escuadra londinense a las bandas.

A todo ello, sumó una mayor participación de los puntas, donde Fernando Torres resultó una vez más decisivo. El ariete madrileño controló con el pecho un envío larguísimo de la defensa, se dio la media vuelta y empaló, con la complicidad de Senderos, un derechazo cruzado ante el que Almunia no pudo hacer nada.

El quinto gol de "El Niño" en Liga de Campeones obligó al Arsenal a buscar el todo por el todo. La entrada de dos hombres de banda como Walcott y Van Persie revitalizó al equipo. Fue entonces cuando llegó la jugada del partido. Theo Walcott cogió el balón en la frontal de área propia, sorteó a cuatro rivales y cruzó Anfield hasta llegar al área contraria, donde sirvió en bandeja el tanto del empate a Adebayor.

Pero la extraordinaria jugada del joven extremo inglés no encontró recompensa. Apenas un par de minutos más tarde, Touré cometió un penalti sobre Ryan Babel según el discutible criterio del árbitro, que provocó la indignación de un Arsenal que ya en la ida había sido gravemente penalizado por el árbitro de aquel partido en un penalti de libro no señalizado y que se vio desde todas las esquinas del estadio. Steven Gerrard, capitán 'red', no perdonó desde los 11 metros y ejecutó de forma magistral la pena máxima para volver a poner al Liverpool por delante.

En el tiempo añadido, llegó la estocada final. Con todo el Arsenal en campo contrario, un despeje del Liverpool dejó a Ryan Babel en un mano a mano frente a Cesc y Almunia. El delantero holandés tiró de zancada y potencia para poner el 4-2 que cerró un partido trepidante repleto de garra, velocidad y genio.