La antorcha olímpica de los Juegos de Pekín 2008 avanza hoy por las calles de París entre manifestaciones pro derechos humanos, incidentes y, al menos, un apagón, sin que nada haya podido hacer el impresionante dispositivo de seguridad para evitarlo.

La Prefectura de París confirmó que la llama fue apagada una vez durante una veintena de minutos "por motivos técnicos", aunque diversos testigos aseguraron que el fuego se extinguió al menos en otra ocasión.

Ante las dificultades del cortejo para avanzar, los organizadores decidieron meter la antorcha en un autobús en algunos de los relevos por la capital francesa, lo que deslució todavía más el recorrido.

En los últimos minutos, el recorrido se desarrolla de forma más pacífica.

La antorcha comenzó su paso por París en la Torre Eiffel, a manos del ex atleta Stéphane Diagana, que como otros relevistas portaba una insignia con el lema "con un mundo mejor".

Nada más abandonar el conocido monumento comenzaron los incidentes, después de que varios manifestantes trataran de llegar hasta la antorcha.

Al menos cuatro personas fueron detenidas, una de ellas con un extintor.

Los manifestantes, que portaban lemas en favor de los derechos humanos y del Tíbet, hicieron todo lo posible para detener el cortejo de la antorcha, que por momentos se vio obligado a detenerse, por lo que acumula un retraso de más de una hora, según los organizadores.

En paralelo al paso de la llama también se desarrollaron diversos actos de protesta, como la pancarta que fue colgada en la Torre Eiffel por activistas de la ONG Reporteros Sin Fronteras, la misa que interrumpió el pasado día 24 la ceremonia de encendido de la antorcha en la localidad griega de Olimpia.

Las autoridades francesas no pudieron impedir los incidentes pese al gran dispositivo de seguridad puesto en marcha, que incluye incluye 3.000 agentes que crearán una burbuja de un perímetro de 200 metros entorno a la llama.

Al menos 65 motoristas rodearán a la antorcha, cuyo portador estará acompañado de dos columnas de vehículos de seguridad.

Un helicóptero y varias lanchas motoras por el río Sena, así como un amplio dispositivo de policías antidisturbios, bomberos y otros agentes completan el dispositivo.

En total, 80 relevistas deben completar el recorrido de la llama por la capital francesa, 28 kilómetros que pasan por diversos de los monumentos de la ciudad.