El tenista español Rafa Nadal no pudo con la agresividad de Nikolay Davydenko y se quedó a las puertas del título en el torneo de Miami, segundo Masters Series de la temporada, al caer en la final por 6-4 y 6-2.

Davydenko, número cuatro del ranking ATP, tan sólo necesitó una hora y media de partido para acabar con las ilusiones del manacorí a base de un juego agresivo y con gran variedad de golpes, convirtiéndose en el primer ruso en alzar el trofeo en el considerado el quinto "Grand Slam" por su histórica importancia en el calendario.

Además, el jugador de origen ucraniano impidió a Nadal llevar un nuevo trofeo a un palmarés que este año aún está vacío. El número dos del mundo, que ya fue finalista en Cayo Vizcaíno en 2005, no pudo culminar su gran semana en Florida con un triunfo en su segunda final del año después de la de Chennai en enero.

Y es que Davydenko resultó infranqueable para Nadal debido al potente tenis que desplegó, con un saque imposible para el mallorquín y un resto impecable, moviéndose con acierto desde el fondo de la línea y subiendo en momentos puntuales a la red.

Avisó el ruso con un tempranero "break" en el tercer juego, pero el tricampeón de Roland Garros pudo devolver la rotura en el siguiente para devolver las tablas al marcador. Sin embargo, Davydenko iba poco a poco entrando en el juego y borrando a Nadal del choque.

Ventaja definitiva

Así, Davydenko, que llegaba con las "semis" de Dubai y Doha como mejores resultados del curso, volvió a ponerse en ventaja con un nuevo "break" en el séptimo juego. Esa ventaja resultó definitiva en el primer set a pesar de que Nadal intentó contrarrestarla con su potente derecha.

El descanso no sirvió para que Nadal encarara con otra mentalidad la segunda manga. El ruso se había convertido en un vendaval y se puso en ventaja con un "break" de inicio. El mallorquín era un espectador de lujo de su juego, pero incapaz de reaccionar encajaba los juegos al resto en blanco.

El ruso, que había perdido en los dos partidos precedentes ante Nadal, volvió a romper el saque de Nadal en el quinto juego (4-1) para desesperación del balear, que sólo pudo maquillar el marcador de un segundo set en el que fue una marioneta en manos de su rival.

No obstante, Nadal ha firmado una brillante gira sobre cemento con las semifinales en el Masters Series de Indian Wells y la final en Miami, lo que le permitirá encarar de un modo optimista su complicada temporada sobre tierra batida.

Sin embargo, se ha quedado sin la posibilidad de unirse a Roger Federer, André Agassi y Roger Federer, hasta el momento los tres únicos tenistas en contar con diez Masters en su palmarés.

Davydenko, por su parte, logró el duodécimo título de su carrera y su segundo Masters después de París-Bercy en 2006. Además, brilló especialmente en las semifinales ante Andy Roddick, una de sus "bestias negras" al que no había vencido en los cinco duelos previos.

El español dice que "no jugué mi mejor partido; y él, sí"

El tenista español Rafa Nadal lamentó no haber podido estar a su mejor nivel en la final del torneo de Miami, segundo Masters Series de la temporada, en la que cayó ante el ruso Nikolay Davydenko (6-4, 6-2).

"He hecho un buen torneo. He ganado a grandes jugadores. Jugué a mi mejor nivel contra Berdych, contra Blake y contra Mathieu. Por eso les gané. Hoy no jugué lo mejor que puedo, él sí y perdí", indicó. El número dos del mundo recalcó que el ruso había jugado "a un gran nivel. Ha hecho un buen partido y yo no he jugado bien hoy. Cuando no juegas al cien por cien contra los tenistas del 'top-10', es difícil ganar, especialmente en pista dura. Le doy la enhorabuena porque ha jugado mucho mejor que yo", añadió.

Para el mallorquín, la clave del partido estuvo en el punto de 'break' que no convirtió con 3-3 en el electrónico. "Tuve un punto importante. No lo gané, cometí un error con la derecha. A partir de ahí empezó a jugar mucho mejor", apuntó.

Así, Nadal reconoció la superioridad de su adversario. "Fue un gran cambio porque él estaba cometiendo muchos errores. Yo también los cometía, pero a partir de ese momento cambió el partido. Jugó más agresivo, con mejores golpes de derecha, volea cruzada...", finalizó.