Carlos Mouriño justifica el traumático cambio de la organización deportiva del Celta en un estilo de gestión con una visión diferente del fútbol que en su opinión era necesaria para evitar que el equipo sufra los altibajos de las últimas campañas, con dos descensos en cuatro años. En conversación telefónica con este diario desde México, donde pasa unos días en familia, el mandatario celeste expone sus ideas y pide al hincha un margen de confianza para llevar adelante sus planes.

-Mucha gente se pregunta si no han sido excesivos los cambios, parece que nada vale de la anterior etapa y lo cierto es que, en lo deportivo, ha sido la más brillante de la historia del Celta.

-No es que nada valga. No estamos hablando de personas, sino de sistemas. Nosotros tenemos otro sistema, otro método, lo hemos hecho de una forma diferente. Nos preocupan mucho los altibajos de un equipo que ha bajado dos veces en cuatro temporadas y creemos que había que imponer un cambio de orientación. No tiene nada que ver con las personas.

-Entonces no le ha defraudado ninguno de estos trabajadores despedidos tras muchos años en el club.

-Repito que las personas nada tienen que ver en esto. Anteponemos el club a las personas, creemos que la entidad necesita otro proyecto y es el que vamos a llevar adelante. No tiene absolutamente nada que ver con nombres y personas.

-Los despedidos se han quejado de que las formas no han sido las más adecuadas

-Durante toda la temporada hemos repetido, porque esto no es cosa de haber bajado, que iba a haber cambios y cambios profundos. Por lo tanto, termina la temporada, comunicamos las personas que se van a quedar y las que no y se inician los cambios. Las formas han sido las más correctas con todo el mundo. Simplemente no lo podíamos comunicar antes porque nos jugábamos la posibilidad de mantenernos. Y en cuanto esa posibilidad se difuminó, dijimos lo que teníamos que decir. Pero no es por consecuencia de un resultado, ni de una temporada, sino de una forma de ver el fútbol diferente a la que había en el Celta

-Sin embargo, si se analizan los últimos diez o doce años vemos que hay seis participaciones en Europa, una en la Liga de Campeones, una final de Copa. El equipo, al menos en lo deportivo, funcionaba bien.

-Vamos a ver: las grandes transformaciones de los clubes se hacen renovando permanentemente a los jugadores y a los cuerpos técnicos, buscando cosas diferentes a las que hay. Los acomodos en el fútbol son muy difíciles. Hay equipos que se gastan un montón de dinero y todos los años cambian. No hay gente que esté en las gestiones tantos años como ha estado aquí. Creemos que esto no es bueno y lo sentimos mucho, porque había muy buena gente, pero no coincidían con nuestra forma de ver el fútbol, aunque hayan tenido muchos éxitos. Pensábamos que el cambio debía darse y procedimos a darlo.

-Hace unos meses dijo estar muy satisfecho del trabajo de Félix Carnero, ¿qué le ha hecho cambiar de opinión?

-Yo no hablo de casos particulares, sino en general. El estilo del club no iba con nuestra idea y eso es lo que estamos cambiando. No estamos cambiando a ninguna persona por llamarse de un modo u otro o por tener más o menos éxitos en una parcela u otra. No nos gustaba el anterior estilo y ahí viene el cambio, no hablamos de personas.

-Stoichkov es ahora la cúspide del organigrama deportivo.

-Tiene que combinar sus pareceres y opiniones con Ramón Martínez, que creemos que es lo que debe ser. No queremos que cada uno funcione por su cuenta, sino en equipo. Las decisiones deben tomarse de común acuerdo a efectos de que los dos tengan una visión global del fútbol y sepan entre los dos lo que se quiere y cómo conseguirlo.

-Es decir que será una dirección deportiva bicéfala

-No hablamos de dos cabezas, sino de equipos. Cabezas en el Celta sólo hay la del presidente y la de la junta directiva. A partir de ahí, todos nos coresponsabilizamos en las decisiones. Si tenemos éxitos lo tenemos todos y si fracasamos también fracasamos todos. Es una de las cosas en las que más estoy insistiendo últimamente. El Celta es un club, un equipo y todos tenemos que trabajar juntos. No quiero gente trabajando en parcelas por separados en las cuales después nadie tenga la responsabilidad ni de los éxitos ni de los fracasos. Para mí sería muy fácil culpar al secretario técnico por haber hecho los fichajes, achacarle al entrenador no haber sacado rendimiento de los jugadores... La responsabilidad máxima es del presidente y a partir de ahí todos juntos tenemos que trabajar. Y en esa conjunción tiene que estar Stoichkov y tiene que estar Ramón Martínez.

-¿Cómo evalúa el trabajo de Stoichkov en los nueve partidos que ha estado al frente del equipo?

-Yo no voy a entrar en esa polémica que hay ahora en Vigo de si el cambio de entrenador se debió hacer antes o después. Stoichkov es una persona por la que hemos ha apostado y que ha tenido su éxito, aunque haya llegado tarde, con tres remontadas que no habíamos tenido en toda la temporada, salvo en Mallorca, donde íbamos perdiendo 2-0 y acabamos empatando a dos goles. Creo que al final se vio lo que se decía: que como se trabajara durante la semana se vería el resultado los domingos.

-Entiendo, entonces, que está razonablemente satisfecho con su trabajo.

-Yo creo que la evaluación habrá que hacerla esta temporada porque la pasada el equipo venía ya con unos resultados muy complicados. La verdadera temporada para Stoichkov empieza ahora y es ahí donde tiene que demostrar su valía como entrenador.

-¿Le han decepcionado los jugadores?

-Bueno, siempre piensas que pueden dar más y hay algunos que no hicieron todo lo que debieran. Pero en fin, el resultado no lo vamos a cambiar y tenemos que estar al lado de los jugadores. Lo que sí tenemos que decir es que tendremos un nuevo código de régimen interno a partir de este verano.

-¿Darán a conocer las sanciones que se impongan a los jugadores por actos de indisciplina?

-El régimen interno ya está y se ha aplicado. Simplemente pensamos que hay que hacer un régimen interno que defienda más los intereses del club y se les hará firmar a los jugadores como parte integral del contrato.

-Uno de sus grandes objetivos es dotar de activos al a entidad y la primera medida será construir una ciudad deportiva. ¿Cuándo calcula que puede colocarse la primera piedra?

-Tenemos una gran dificultad. Estamos buscando terrenos, que no es fácil. Nos hemos marcado un perímetro que va desde Redondela hasta Porriño bajando por Tomiño, que son los sitios que nos pueden encajar. A partir de ahí, empezaremos a hablar con ayuntamientos y comunidades de montes para ver qué podemos hacer. No tenemos plazos porque sabemos la dificultad de conseguir un terreno en los alrededores de Vigo, pero nuestro empeño es hacerlo y vamos a poner nuestro mejor deseo en que esto fructifique.

-Así que va para largo.

-Pues no lo sé. Dependerá de si conseguimos el terreno. Una vez conseguido el terreno el proyecto es inmediato.

-Necesidad obliga y habrá que vender activos futbolísticos. ¿Qué número mínimo de ventas se puede permitir el club?

-No nos hemos fijado ningún número. A mí me hace gracia leer que no podemos pagar a Baiano. Fichas como las de Baiano hay cinco o seis en la plantilla y sólo se hace referencia a él. Queremos hacer un buen equipo y mantendremos a los jugadores que consideremos necesarios.

-¿Cree que su proyecto ha calado en el aficionado?

-Me gustaría pedir un margen de confianza al aficionado. Entiendo que es difícil obtenerlo porque no hemos sacado los resultados esta temporada. Pero empezamos un proyecto nuevo, que vamos a afrontar con unas enormes ganas y que creemos que tiene muchas garantías de éxito. Nos gustaría compartir este proyecto con los aficionados pero para eso nos tienen que dar un poco de confianza.

-¿Qué perfil de futbolista quiere para el Celta?

-Tenemos que buscar una mezcla entre gente de calidad y de garra, gente con ganas de triunfar en este club, con hambre de victoria y que quiera demostrar que vale para combinar con la gente que tenemos que saber jugar muy bien al club.

-¿Quedará comprometida la viabilidad del club si no se asciende en una temporada?

-La viabilidad del club en global no se ve comprometida. El Celta tiene una deuda de 35 o 40 millones y si se suman todos los activos, esto es, el valor de los jugadores sería una deuda nula. Ahora bien, las carencias económicas que tenía el club esta temporada complicaron muchísimo la gestión. Eso hay que reconocerlo y estamos en vías de ponerle solución consiguiendo un financiamiento de siete millones que no es a devolver, está avalado por prestaciones que el club va a dar a las empresas que nos lo han dado. Son, por tanto, siete millones que entran frescos a la economía y que nos ayudan mucho a solucionar el problema de liquidez inmediata. Aún así esta temporada pasaremos apuros.