El conjunto que dirige Manolo Real se deshizo el pasado viernes en semifinales del Bourges Basket francés, al que derrotó por 59-73, mientras que su rival de mañana pasó por encima del también ruso CSKA Volgaburmash de Samara por 90-76, pese a los 26 puntos que anotó la española Amaya Valdemoro.

Además del potencial deportivo del Spartak, para llevar a sus vitrinas el título de la Euroliga, el Ros Casares deberá superar el factor cancha, ya que se mide al organizador de esta ´Final a Cuatro´, que en su encuentro de semifinales estuvo arropado por casi cinco mil seguidores.

La base del conjunto ruso son cuatro jugadoras estadounidenses: las exteriores Sue Bird y Diana Taurasi y las interiores Tamika Whitmore y Tina Thompson, que en el choque de semifinales fue el motor de su equipo con 26 puntos, ocho rebotes y tres asistencias.

Ante la notable capacidad anotadora del Spartak, la defensa será el principal argumento del equipo valenciano en su intento por proclamarse campeón, una faceta del juego en la que ya brilló durante el encuentro ante el Bourges.

En ese choque de semifinal, la estadounidense Delisha Milton Jones cumplió con su papel de líder del equipo al sumar 20 puntos y 11 rebotes, pero encontró una inesperada aliada en la brasileña Erika De Souza, quien sostuvo al equipo en sus peores minutos con sus 19 puntos y 15 rebotes.

Buena parte de las esperanzas del club valenciano pasan por el papel que ambas tengan en el encuentro de mañana, así como de que Elisa Aguilar logró imponer el ritmo del choque y de que el Ros encuentre en Laia Palau o en Allison Feaster-Strong una anotadora sólida en la línea exterior.