La junta directiva de la Federación Gallega de Fútbol se reunió ayer en A Coruña para reorganizar el organigrama de la entidad, algo fundamental para afrontar la posible inhabilitación del actual presidente, Julio Meana, y de cuatro de sus directivos. En una reunión en la que incluso se había especulado con la posibilidad de que Julio Meana dejase el cargo, la junta resolvió ocupar las tres vicepresidencias de la Federación, "a lo que estábamos obligados por los estatutos", explicó el portavoz, Gustavo Falque. Por este orden los tres vicepresidentes serán Carlos Meana -sobrino del actual presidente-, Luis Ángel Veiga y Gustavo Falque. De este modo, en caso de que el actual presidente Julio Meana sea inhabilitado, el puesto pasará a manos de su sobrino. Falque explicó ayer que el objetivo fundamental de la reunión era "demostrar que el fútbol gallego tiene que seguir caminando y que no puede estar más tiempo detenido por culpa de estas historias. Por eso hemos reorganizado el organigrama, porque era algo que necesitábamos para afrontar el futuro".

Mientras tanto, la Dirección General para el Deporte de la Xunta de Galicia recibió ayer las alegaciones presentadas por los cinco miembros de la Federación Gallega de Fútbol a los que la Xunta propuso el pasado 20 de marzo suspender cautelarmente por su supuesta implicación en presuntas irregularidades en la utilización de fondos públicos. Una vez estudiadas las alegaciones, tarea que comenzará hoy, la Dirección General para el Deporte decidirá si "hace firme" la suspensión cautelar o desestima esta posibilidad. Entre los cinco implicados se encuentra el presidente de la Federación Gallega, Julio Meana, así como el secretario general Ramón de Llano, que dimitió de su cargo a mediados del presente mes de marzo. Asimismo, también se extiende la propuesta de suspensión cautelar a Benjamín Anido Vázquez, vicesecretario de la Federación, al tesorero, Luis Caridad Muiños, y a Fernando Blanco, presidente del Comité Gallego de Entrenadores.