"Los médicos me dicen que según la ecografía queda un poco, pero mis sensaciones son buenas y creo que eso es lo que más vale, por lo que pienso que voy a llegar. Además en esa posición ahora mismo no hay nadie y éste no es momento para quedarse sentado. El equipo lo necesita y yo estoy dispuesto", señaló Iriney

Tanto el brasileño, que hoy se ejercitó de manera individual, como Borja Oubiña, que también se entrenó al margen del grupo, son duda para el choque con el conjunto madrileño, ante quien no podrá jugar el uruguayo Pablo García, sancionado, tercer medio centro de la plantilla celeste.

En este sentido, Iriney afirmó no haber hablado todavía con el técnico, Fernando Vázquez, a este respecto, si bien indicó que "el míster nos suele dar esa autoridad. El me conoce bien y si yo digo algo no creo que vaya a haber problemas".

Juegue finalmente o no, el centrocampista celeste advirtió de las dificultades que entrañará derrotar a un rival como el Real Madrid, del que aseguro que "pese a que últimamente no atraviesa una buena racha", es un equipo al que "hay que mantener el respeto".

"No nos podemos fiar. Ellos vendrán a matar. Como visitante además las cosas les están saliendo y en cualquier momento te la pueden liar", añadió el brasileño.

Circunstancia por la que Iriney no dudó en señalar como clave para obtener la victoria que los jugadores vigueses sean capaces de mantener el próximo domingo la máxima concentración durante los noventa minutos de juego.

"No debemos dejarles pensar. Hay que mantener la concentración a tope porque son muy buenos y te pueden complicar la vida, por lo que habrá que estar al loro", comentó Iriney, que destacó la importancia que tendría para el Celta obtener los tres puntos en juego.

"Un buen resultado en Balaídos seguro que reforzaría la confianza de la plantilla y de la gente para lo que resta de temporada", concluyó el brasileño.