Carlos Mouriño se ha encontrado en su primer año como presidente con un sufrimiento que no esperaba. Pero su fe en el proyecto que capitanea se mantiene firme.

-La visita del Real Madrid es habitualmente una fiesta. En esta ocasión, es otra final.

-Es un rival difícil. En nuestra situación, debemos ir a por el partido desde el principio.

-Puede que al equipo le convenga un rival poderoso.

-Tenemos mucha confianza. El equipo está jugando últimamente con mucha garra y entusiasmo. Los resultados no se están dando pero estamos mejorando bastante. Ante el Real Madrid necesitaremos que todo funcione bien: la calidad de los jugadores, la afición... Si todo se conjuga debemos sacar este partido.

-Y con amuletos. ¿Usted cree en ellos?

-No. No lo hacemos con el ánimo de que nos ayude. Los que deben ayudar son los jugadores, poniéndolo todo. Lo de los amuletos es parte de la campaña de marketing que pusimos en marcha desde que nos hicimos cargo del club. Se ha hecho bien. La idea es darle alegría a la gente y enviarle el mensaje de que todos debemos estar juntos y colaborando en lo que sea. Pero el resultado se resuelve en el campo y jugando al fútbol.

-Habrá quien piense que reconocen que no queda otro recurso para la permanencia que rezarle a la fortuna.

-El que haya pensado eso se equivoca totalmente. Es una campaña de marketing. En breve se anunciará otra. Van a ser permanentes en el club. El objetivo es que todos estemos unidos, que la afición ayude en lo que pueda al club y nada más. No hay que buscar otro tipo de motivación.

-Esa unidad se ha dado en los últimos encuentros.

-Lo conseguimos ante el Athletic y el Werder Bremen. La afición se volcó con el Celta, trató de ayudar y llevar al equipo a la victoria, aunque finalmente no se consiguiese. La afición céltica ha sufrido mucho siempre. Es una afición tremendamente buena. Y se ha dado cuenta de la dificultad de este momento. La muestra más clara es este cambio de actitud, cuando todos nos hemos dado cuenta de que había una gran división e íbamos por el mal camino. Eso perjudicaba al equipo. La gente se ha volcado y esperamos que ante el Real Madrid sigamos con esa lógica de apoyo.

-Parece que Vázquez ha salido un poco del debate público. Sus detractores parecen asumir que seguirá hasta junio.

-Ese era el mensaje que queríamos enviar. Después de todos los análisis que hicimos se tomó una decisión y se va a mantener. Dentro de la afición hay gente que está de acuerdo y gente que no, pero saben que es una forma de ver el fútbol que ha tenido esta directiva y que no se va a modificar en principio. Con Fernando o sin Fernando, lo importante es el Celta y el celtismo ha respondido.

-Desde la ratificación, el juego ha mejorado con respecto a enero pero no los resultados.

-Es una realidad que está ahí y así la debemos entender. El calendario nos proporciona muchas posibilidades. Jugando bien, esta racha tiene que cambiar. Es una frase reiterativa, pero lo creo. El equipo, después de esa pasividad que mostró en algunos partidos, reaccionó bastante bien. Lo único que pedimos ahora es que la bola entre. Para eso lucharemos todos, cada uno desde su posición. Y si lo logramos, sufriremos pero sin descender.

-Vázquez sigue hasta junio. Se da por hecho que no más allá.

-Éste no es el momento de analizar esto. No lo hemos hecho con el entrenador ni con ningún otro miembro del club. Hemos dicho claramente que las renovaciones se paralizan y así lo estamos haciendo. Queremos que la gente esté cien por cien concentrada en superar este problema que tenemos. Y eso afecta absolutamente a todos. No hemos negociado con nadie desde ese momento y digo con nadie, desde algunos técnicos hasta algunos jugadores con los que estábamos en conversaciones avanzadas.

-Ustedes tenían efectivamente un calendario preciso de renovaciones con jugadores de la plantilla.

-Nosotros seguimos trabajando en la planificación y con la idea clara de que el equipo se va a quedar en Primera División. Lo que no queremos es distraer ahora a los jugadores con esta planificación que estamos haciendo ahora, exclusivamente en los despachos. Hemos paralizado el trato con los jugadores y los posibles fichajes, pero no nos hemos detenido en cuanto a la construcción de la próxima plantilla. En eso seguimos trabajando y estamos planificando una plantilla de y para Primera División.

-¿Y si se descendiese? ¿La viabilidad y la ambición estarían garantizadas?

-Por supuesto. El celtismo puede tener la seguridad de que afrontaríamos esa posibilidad con la misma ilusión que cuando nos hicimos cargo del equipo. Y si se diera, espero que con muchísimo más acierto. Tenemos las ideas claras, qué equipo queremos. Y antes de hacer nada nos gustaría contarle a la afición lo que queremos hacer, cómo queremos planificar nuestro futuro y cómo debemos fichar a los jugadores. De alguna manera, nos gustaría que el celtismo conociese nuestro proyecto con antelación. La afición sabrá de antemano nuestro proyecto para la próxima temporada.

-Considerando las circunstancias, la plantilla transmite una sensación de tranquilidad. Se sabe además que están al día en el cobro, cosa que no sucedía en el anterior descenso.

-La plantilla está muy tranquila pero no debiéramos permitir que esté más tranquila. Le tenemos que transmitir que dentro de esa tranquilidad que tengan por motivos de cumplimiento por nuestra parte, debemos buscar que se tensionen más, que esté más pendientes del partido, que su objetivo sea nada más que el partido y que sepan que tienen la misma capacidad que otros clubes para sacar resultados. A lo mejor debemos espolearlos más en ese parte que en la tranquilidad que puedan tener por no están padeciendo problemas de cobros, primas, fichajes o disputas con la junta directiva. Debemos estar permanentemente con ellos y hacerles ver la responsabilidad que tienen ante el Celta y su afición.

"La temporada está suponiendo un aprendizaje un tanto doloroso"

-Jornadas técnicas, renegociación del convenio con los clubes... La cantera es una de sus líneas de actuación.

-Eso tiene una gran lógica. En fútbol no se puede imponer nada por decreto. Pero la idea clara de la directiva es que si hay un equipo con 25 fichas, 21 serán para jugadores reconocidos o con porvenir y 4 fichas estarán permanentemente reservadas para jugadores de las categorías inferiores. El objetivo claro será el apoyo a la cantera, que debe tener espacio en la plantilla profesional del Celta.

-¿Está contento con la faceta social de su presidencia?

-Desde el principio hemos querido que la afición estuviese implicada en todo lo que supone el Celta. Y la respuesta de la gente es excelente. Hablamos constantemente con los aficionados, les exponemos nuestros puntos de vista y nos empiezan a entender. Eso no ayuda a resolver los partidos, pero sí tiene un valor grande de integración. La gente puede estar tranquila. Hay un proyecto definido.

-¿Esta mala temporada es buena para el consejo de administración en aprendizaje?

-Uno está aprendiendo constantemente. Los que llevábamos menos años en el fútbol debemos realizar estos cursos quizás de forma más acelerada. Esta experiencia está siendo un aprendizaje un tanto doloroso en el aspecto deportivo, pero no pasa nada. Nuestra responsabilidad es sacar esto adelante. Pero dentro de la directiva hay gente con experiencia en la faceta deportiva y en el celtismo. Hemos ampliado el consejo a doce miembros, pero al menos seis saben tanto como podían saber los anteriores dirigentes. No es cuestión de número ni de personas. Es una forma de ver el fútbol, cómo debe entender la directiva que se gestiona el equipo. No hay una línea que decide quién sabe más o menos de fútbol.