Javier García-Ochoa / Melbourne

Ferrari ha mostrado en el Gran Premio de Australia una superioridad preocupante, al lograr su nuevo fichaje, el finlandés Kimi Raikkonen, la victoria, la vuelta rápida y el primer puesto en la formación de salida, todo ello con una amplia ventaja. Si se exceptúa la primera sesión libre, con lluvia al principio y pista seca al final, la ventaja de Raikkonen y de su compañero Felipe Massa siempre ha sido de cuatro décimas. Y es una ventaja que McLaren quiere compensar con el trabajo que realizarán a lo largo de la temporada en la evolución de sus monoplazas.

Aunque no sorprendió, por lo visto en los test de invierno, en carrera las diferencias entre las dos vueltas rápidas de Raikkonen y de Alonso fue aún mayor que en las calificaciones. Lo único que puede frenar a Ferrari en estos momentos es la fiabilidad. En Australia ha mostrado que los problemas con la caja de cambio aún no han sido resueltos del todo y Massa tuvo que partir del fondo del pelotón.

Recuperar la ventaja conseguida por Ferrari se presenta como una labor muy difícil, ya que con la nueva norma de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) de no poder desarrollar los motores en tres años, sólo se pueden hacer unos cambios mínimos, y por ese camino es muy difícil conseguirlo.

Las mejoras aerodinámicas serían el camino para reducir esa desventaja, pero aquí también conseguir dos décimas no es nada fácil y en ocasiones no se consigue después de evolucionar durante toda la temporada.

En otro aspecto en el que los Ferrari se muestran superiores es en los neumáticos. Su estrecha colaboración con Bridgestone durante los últimos siete años le proporciona un conocimiento sobre la utilización de los mismos que sus rivales tardarán tiempo en alcanzar.

Pero es obvio que McLaren no arroja la toalla. La escudería inglesa quiere mejorar dos décimas de segundo por semana aunque su presidente, Martin Whitmarsh, se da por satisfecho con los resultados del Gran Premio de Australia.

Whitnmarsh se declaró optimista. "La primera impresión es positiva", afirmó. "Creemos que hemos hecho un buen comienzo y en el curso de la temporada esperamos progresar de una a dos décimas por semana".

Para la escudería de Alonso supone un gran desafío, porque Ferrari es un equipo muy fuerte y muy bien organizado: "No se van a quedar ahí, tendremos que trabajar todavía más y progresar más rápido que ellos, pero asumimos este desafío. Nuestra motivación es la mayor en muchos años y queremos batirnos por los dos títulos".

Para Whitmarsh será una lucha abierta entre su MP4/22 y el F2007. "Vamos a intentar mejorar nuestro rendimiento lo máximo posible. Si Ferrari replica y puede progresar a la misma velocidad que nosotros o incluso más, será duro. Si no lo hacen, la ventaja será nuestra", comentó.