Fernando Alonso iniciaba esta pasada madrugada una temporada plena de retos, como el de convertirse en el primer piloto en la historia de la F1 que logra sus tres primeros títulos de forma consecutiva, o en el segundo tras el mítico Juan Manuel Fangio que consigue ganar dos años seguidos con una escudería diferente.

Ambos objetivos, en todo caso, se enmarcan dentro de otro más amplio: devolver a McLaren a lo más alto. La escudería inglesa dejó de sumar en 1999, cuando el finlandés Mika Hakkinen lograba su segundo doblete de pilotos y marcas, y desde entonces se ha tenido que conformar con vivir primero a la sombra del tandem Ferrari/Schumacher y las dos últimas campañas del binomio Renault/Alonso.

El asturiano, pues, es la gran apuesta de McLaren como Michael Schumacher lo fue en su día de Ferrari. Caminos paralelos. La escudería del cavallino, que no contaba con un piloto ganador desde que Jody Scheckter conquistara el título de 1979, fichó en 1996 a Schumi después de que éste lograra con Williams sus dos primeros campeonatos (1994 y 95). La apuesta tardó en cuajar pero la espera mereció la pena: Schumacher daría el doblete a Ferrari (pilotos y marcas) desde el año 2000 al 2004 de forma ininterrumpida.

McLaren quiere que Alonso sea el "Schumacher" que le devuelva la grandeza perdida, el «séptimo magnífico» que logre el título con las ahora "flechas plateadas" motorizadas por Mercedes. La historia de los pilotos campeones con McLaren se inicia en 1974 con el brasileño Fittipaldi para pasar por el británico Hunt (76), el austríaco Nicki Lauda (84), el francés Alain Prost (85, 86 y 89), el brasileño Ayrton Senna (88, 90 y 91) y cerrarse con el ya mencionado Mika Hakkinen (98 y 99).

Si lo vivido de siglo XXI ha sido decepcionante para McLaren, en la historia de la Fórmula 1 también pervivirá para siempre el dominio que la escudería de Woking ejerciera desde 1984 a 1991, cuando su hegemonía sólo se vió cortada por el título que Nelson Piquet sumara en 1987 con Williams. Ahora Alonso está llamado a ser el heredero de Lauda, Senna o Prost para convertirse en el séptimo campeón del mundo con McLaren.