El Real Madrid comienza en el Santiago Bernabéu, ante un Nástic que encadena varios resultados positivos en su lucha por salir del descenso, la conjura que ha realizado el vestuario tras su visita al Camp Nou, alentando a las masas madridistas con el lema "juntos podemos".

Nunca una semana sin un sólo triunfo ha levantado tanto optimismo en el Real Madrid. Sin embargo, dos empates consecutivos en Liga, ante el Getafe y el Barcelona, más la eliminación europea en Múnich ante el Bayern, en vez de hundir la que se encamina a la cuarta temporada sin títulos, ha llenado de esperanza a unos jugadores que se creen sus opciones de ganar la Liga.

El primer objetivo de la conjura de los jugadores es cambiar radicalmente la imagen que dan en el Bernabéu a sus aficionados, a los que durante la semana le han mandado mensaje de aliento. En doce encuentros han cedido cuatro empates y tres derrotas. Saben que a la espera de Sevilla y Valencia, el título pasa por su rendimiento como local.

Fabio Capello ha disfrutado de su semana más tranquila de los últimos meses y recupera con urgencia a Cannavaro, ante las numerosas ausencias defensivas.