Erika Villaecija y Eduard Lorente son las principales bazas españolas en los Mundiales de Natación que comienzan el domingo en Melbourne, en el debut con España en la alta competición del nuevo director deportivo, el italiano Maurizio Coconi.

La natación española no llega en un buen momento a estos mundiales. Quizá la natación propiamente dicha sea el deporte más flojo de los cinco, con waterpolo, aguas abiertas, saltos y sincronizada, que se van a disputar en la capital del estado australiano de Victoria.

Los españoles no han subido al podio en las tres grandes competiciones de los tres últimos años: Juegos de Atenas, Mundiales de Montreal y Europeos de Budapest.

El último oro data de los Mundiales de Barcelona en 2003 y fue conseguido por la nadadora de origen ruso Nina Zhivanevskaya en los 50 metros espalda.

A los nombres de Villaecija y Lorente, medallistas en los últimos europeos de piscina corta, hay que añadir los de varias promesas. Entre ellas destaca Mireia Belmonte, nacida en 1990 y la más joven del equipo. Belmonte será junto a Villaecija la nadadora española que más compita: 200 y 400 estilos, 200 libre y el relevo 4x200, en el que formará equipo con Erika. Esta, además, participará en 400, 800 y 1.500 libre.

Rafael Múñoz es otro de los que más destacaron en 2006. En Australia participará en los 50 y 100 mariposa.

Entre los más jóvenes estará, en 100 y 200 metros espalda, Escarlata Bernard. El equipo femenino lo completan Melanie Costa, en el citado relevo y en 200 libre; María Fuster, en el relevo 4x200, 100 y 200 libre; Mercedes Peris, en 50 y 100 espalda; y Arantxa Ramos, en 400 libre y en el relevo.

El masculino incluye dos nadadores muy competitivos: el espaldista David Ortega, que podría luchar en la final de 50 espalda, y que también estará en los 100, y Marcos Rivera, que competirá en los 400, 800 y 1500 libre. Lorente sólo competirá en 50 libres, en la que fue el primer español en una final de esta distancia.