Dolido con el árbitro, encantado con el rendimiento del equipo, Fernando Vázquez espera enmendar el rumbo de la Liga sobre la base de las cualidades exhibidas ayer. Unas cualidades que quizá le hubieran alcanzando al Celta para eliminar al Werder Bremen si los árbitros no hubiesen tenido un peso decisivo en ambos choques. Ya nunca se sabrá.

Si ya Fernando Vázquez no es precisamente contemplativo con los árbitros, menos cuando una actuación como la de Farina le carga de razones. "Una eliminatoria de UEFA son dos partidos y el Werder Bremen nos hizo en nuestra casa un gol ilegal. Llegamos aquí. El Celta controla a su rival, sin prisa, construye ocasiones y nos hacen un penalti de libro que el árbitro no pitó. Pasamos. Sigue el partido. En el segundo tiempo nos hace un gol justito. Nosotros hacemos uno más claro que el suyo y nos fue anulado. Si ya no tenemos la calidad del rival, en estas circunstancias nunca en la vida podríamos haber eliminado al Werder Bremen".

Expresadas las quejas, aborda también el factor positivo: "Por supuesto que estoy contento con la imagen del equipo. Estuvo sensacional, extraordinario. Me gustó la capacidad de controlar al rival en el primer tiempo, las ganas de correr, la ilusión. Pese al 2-0 lo seguimos intentando, aunque dejásemos espacios al rival a la contra. Creo que todo el mundo debería estar muy contento con el trabajo que realizaron mis jugadores".

El preparador celeste, ante la angustia liguera, las bajas en varias demarcaciones sensibles y la próxima visita al Sevilla, organizó un equipo en el que tuvieron cabida varios de los jugadores con los que menos ha contado. Y todos ellos merecen sus elogios, aunque eso no significa que el reparto de minutos habitual vaya a variar de forma sustancial: "Estoy contento con todos ellos. Todos hicieron un buen partido. Cuando llegue el partido del Sevilla lo pensaré y lo analizaré. Es una buena noticia para el equipo. Eso no significa que deba pensar algo diferente de lo que estaba pensando hasta ahora".