El segundo delantero existe

Armando Álvarez / vigo

Tan caro está jugar en el Celta que algunos buscan caminos alternativos hacia la titularidad. Javi Guerrero, visto que Baiano resulta inamovible como primera referencia ofensiva, quiso recordar ayer a su técnico que su puesto natural está algunos metros por detrás. "Mediapunta con experiencia y capacidad goleadora acreditada", vino a decir, como si buscase empleo.

La versatilidad es igual una condena, por la mudanza constante, que una ventaja, ya que se multiplican las opciones de jugar. Muchos técnicos han tenido reparos en situar a Guerrero como "nueve" debido a su menudo físico. Ha actuado en esa posición, pero también como segundo delantero e incluso en la banda. Cuando el Celta lo fichó, Baiano aún estaba en el limbo. La irrupción del brasileño y su sensacional inicio de Liga bloquean el puesto de ariete. Guerrero tira de su adaptabilidad para ganar esperanza.

"No se me tiene que catalogar como delantero. Llegando desde atrás he marcado muchos goles", recuerda Guerrero, siempre recalcando su "respeto" a las decisiones de Vázquez.

El madrileño pudo jugar donde desea en la segunda mitad ante el Cádiz. Reconoce que no ofreció su mejor versión: "Es el típico momento en que sales cuando el partido tiene más ritmo". Pero no duda de sus condiciones: "Me entreno siempre para jugar el domingo".

Guerrero agradó en pretemporada. Su calidad no admite discusión. Pero el técnico ha optado en las primeras jornadas por un 4-2-3-1, un sistema de moda en España que sitúa en su zona a jugadores más de enganche que de remate (Canobbio, Silva, Jorge). "Es una cuestión táctica", acepta. "Igual ahí no le encaja al `mister´ otro tipo de delantero. Yo deseo ser el jugador que hizo que el Celta se fijase en él".

Pero en ningún caso se siente a disgusto. "Si hay alguien contento, soy yo", establece. "Era un jugador que quedaba libre y buscaba un proyecto ambicioso. Cuando firmé con el Celta era una incógnita, pero sabía que podíamos luchar por otras metas. Ya bastante tiempo he tenido que sufrir con el Racing". En esa línea acepta que "no está fácil entrar en el `once´. En un equipo inferior no hay tanta gente contrastada como la que hay aquí". Por tanto a Guerrero le agrada la competencia, pero no la de Baiano. Lo suyo es la segunda avalancha, la sorpresa. Queda dicho.

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