Nac Breda

Schollen; Elshot, Mendes da Silva, Zwaanswijk, Vidmar, Jenner, Volanthen, Zonneveld (Slot, min 64), Van Gessel, Van Hooijdonk, Sikora (Peto, min 64).

Celta

Pinto; Ángel, Méndez (Bouzón, min 46), Contreras, Placente (Israel, min 46), Núñez (Jonathan, min 84), Jorge, Canobbio, Gustavo López (Toni Moral, min 62), Sánchez (Ogbeche, min 66) y Javi Guerrero (Perera, min 46).

ÁRBITRO: Van Sichem. Caserísimo. Amonestó a Gustavo López, Ángel, Perera y Jonathan.

GOLES: 0-1, min 15: Javi Guerrero cabecea un centro de Núñez; 0-2, min 48: Canobbio saca una falta y Perera remata en el área pequeña; 1-2, min 52: Zonneveld aprovecha el rechace de un córner.

INCIDENCIAS: Cerca de 8.000 personas en el Nycom Stadion. Césped en perfectas condiciones. Antes del partido se guardó un minuto de silencio en memoria del hermano del central celeste Sergio.

El Celta se despidió de la concentración, que hoy concluye, con la mejor de sus actuaciones. El mayor descanso de los celestes y una administración más competitiva de los cambios permitió que el equipo ofreciese ritmo y toque. Gracias a eso sobrevivió a la falta de poder destructivo en el centro del campo. Si se consigue eso, esta escuadra podrá ofrecer muchas alegrías.

El Celta salió con mayor brío ante el NAC Breda que en ocasiones anteriores. Influyó sin duda que Fernando Vázquez había rebajado la carga de trabajo por la mañana. Pero también contaba el orgullo. El 3-0 ante el débil Eintracht de Trier había escocido a la plantilla.

El cuadro holandés, físicamente potente pero inclinado hacia el juego abierto como corresponde a su tradición futbolística, facilitó además que el planteamiento de Vázquez no chirriase en defensa. El santiagués volvió a alinear a Canobbio en la medular junto a un pivote creativo, en este caso Jorge. Sin Isaac, Giovanella, José Ignacio y Oubiña, tampoco es que tuviese excesivas alternativas.

Canobbio, ante la falta de una presión asfixiante, pudo organizar en la parcela media los mismos líos que normalmente monta en la frontal. Por eso el Celta bailó al NAC Breda con un fútbol de salón cada vez que se atrevió a manejar al balón. Así llegó el tanto de Guerrero. La posesión correspondió mayormente a los locales, pero con acciones destinadas a morir ante de alcanzar posiciones de peligro. Los celestes suplían con organización su falta de empuje. Ni una sola vez se descompuso el dibujo en el balanceo defensivo. Eso permitió una máxima rentabilidad en el primer periodo.

En esta ocasión el descanso no supuso un vuelco integral en la alineación. Vázquez hizo cambios, pero mantuvo la estructura, lo que permitió la conservación de ese escenario favorable, que Perera inclinó más del lado celeste al cabecear el 0-2.

Aunque la inteligencia del pacense compense su escasez de centímetros, la reducida talla media de la escuadra le obliga a sufrir en las jugadas a balón parado. El NAC Breda aprovechó una de ellas para acortar distancias. El partido se había introducido en una dinámica viva, más de lo normal en estas fechas, con dos contricantes jugando limpio y a disfrutar. Sánchez tuvo el tercero pero el testarazo le salió blando.

Al Celta le faltó acierto en el último pase para definir a la contra pero vivió tranquilo, amparado en Contreras y Bouzón. El redondelano dejó unos minutos espectaculares, lo que incluye el marcaje sobre el otrora prestigioso Van Hooijdonk. Su solvencia puso el broche a un "stage" saldado con un par de borrones pero ilusionante en líneas generales.