Adiós a la voz sedosa de Roberta Flack
Reconocida por la canción ‘Killing me softly with his song’, la cantante y pianista falleció a los 88 años | Deja un amplio legado discográfico marcado por su registro soul sofisticado

La artista norteamericana Roberta Flack, durante una actuación en España. | Efe
Jordi Bianciotto
Pianista exquisita, cultivada entre las aulas y el nightclub, y voz soul carismática, decantada por un registro intimista poco transitado, Roberta Flack tocó la fama, sobre todo, al imprimir su sello a canciones ajenas, algunas de las cuales encabezaron los hit parades de los años 70. Ejemplo de cantante que primaba el sentimiento sobre la exhibición, quedará para siempre asociada a una musicalidad nocturna, con bagaje de jazz, en una obra discográfica que cubre cinco décadas. Retirada de la escena formalmente en 2022 (aunque su última gira se remonta a una década atrás), falleció este lunes en Nueva York, a los 88 años, según el comunicado hecho público por su agente y amiga Suzanne Koga.
La nota añadía que «Roberta rompió fronteras y récords» y que «fue una educadora orgullosa». Ejerció, en efecto, de maestra de música en Carolina del Norte, su estado de nacimiento (Black Mountain, 10 de febrero de 1937), en un tiempo, los años 60, en que no parecía llamada a una carrera discográfica. Pero, establecida en Washington, se abrió paso en el circuito de clubs y logró que corriera la voz en torno a sus repertorios de covers. Avistada por un músico con contactos, Les McCann, vio como se le abrían las puertas de Atlantic Records. Esta discográfica tenía en catálogo a la fogosa Aretha Franklin y vio en ella a un interesante contraste, una voz más contenida y sofisticada.
La ayuda de Clint Eastwood
En su primer álbum, First take (1969), que lanzó con 32 años, McCann recordaba sus sensaciones al oírla cantar por primera vez: «Su voz tocó, atrapó, sacudió cada emoción que yo haya podido conocer». Una de las piezas, ‘The first time I ever saw your face’, disfrutó de un golpe de suerte: Clint Eastwood hizo que el ‘dj’ protagonista, encarnado por él mismo, de su primera película como director, Escalofrío en la noche (1971), la hiciera sonar repetidamente. Un número uno (y un Grammy a la mejor grabación del año) que se solapó con sus siguientes álbumes, Chapter Two (1970) y Quite fire (1971). Aunque Flack compuso canciones, sus discos los dominaron las adaptaciones, empezando por contemporáneos como Cohen, Dylan, Paul Simon, Buffy Sainte-Marie o Janis Ian.
Tras un disco compartido con Donny Hathaway (1972), su relevo, Killing me softly (1973), le dio el impulso definitivo. La canción en cuestión, ‘Killing me softly with his song’, contaba con una música de Charles Fox (autor del mainstream setentero más perfumado: suyo sería el tema central de la serie Vacaciones en el mar) y texto de Charles Fox, si bien una tercera figura, Lori Lieberman, se reivindicó como coautora no acreditada y decidió grabarla primero por su cuenta (con poco éxito). El tema se inspiraba en lo visto y oído en un concierto de Don McLean. La toma de Flack le dio un segundo Grammy a la mejor grabación, primer caso de artista que se imponía en esa categoría dos años seguidos.
Estrella del MOR
Otro éxito de esa época fue el titular del álbum Feel like makin’ love (de Eugene McDaniels), canción que años después sería adaptada por cantantes como Gladys Knight, George Benson o D’Angelo. Asentada en adelante como estrella del género conocido como MOR (‘middle of the road’, canción ligera más o menos radioformulable), vivió otros momentos dulces con su segundo álbum con Donny Hathaway (1980) y con la canción ‘Making love’ (1982), que Burt Bacharach le compuso para el filme del mismo título (Su otro amor). En 1987, Flack puso voz al personaje de la madre de Michael Jackson en el video de 18 minutos del tema ‘Bad’. Siguió grabando discos y realizando giras, incluyendo la que, en 1999, le llevó a actuar en Suráfrica ante Nelson Mandela.
En este punto otoñal, ‘Killing me softly with his song’ había alcanzado a un nuevo público a través de la versión de The Fugees, éxito planetario en la voz de Lauryn Hill, realzado en sus conciertos. Como el que, en 2005, ofreció en el Palau de la Música, y un año después, en el Festival de Cap Roig, citas en las que recorrió sus éxitos y recuperó ‘Angelitos negros’, pieza que había grabado en su álbum de debut, First take.
En 2018, su agencia de management reveló que dos años atrás había sufrido un derrame cerebral, y en 2022 le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica. Su último lanzamiento fue una versión inédita de ‘What’s going on’, de Marvin Gaye, que se incluyó en el vinilo Songs for you, vol. 1, para el Record Store Day de 2021, en una señal última de aprecio por el formato fonográfico.
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