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Entrevista

Olivier Widmaier Picasso: "Los museos son espectáculo y mi abuelo Picasso fue un gran ‘showman’"

El nieto del genio malagueño considera que la exposición inmersiva que se abre este jueves en Madrid, 'Imagine Picasso', le habría "satisfecho por lo que hace el vídeo con su trabajo"

Olivier Widmaier Picasso, nieto de Pablo Picasso y Marie-Thérèse Walter.

El 8 de abril se cumplirá el cincuentenario de la muerte de Pablo Picasso, el que pasa por ser uno de los grandes creadores -si no el más grande- del siglo XX. España y Francia se han volcado en la celebración de la efeméride con la programación de numerosas exposiciones sobre el genio en 2023, aunque algunas ya están en marcha como la que este jueves se inaugura en el recinto ferial de Madrid, ‘Imagine Picasso’, la primera muestra inmersiva sobre el creador: más de 200 las obras que no se presentan con sus lienzos y bastidores sino transformadas en vídeos transitables. Algo que Olivier Widmaier Picasso, productor de televisión, autor de varias obras sobre el cubista, además de vástago de Maya Picasso, la hija que el malagueño tuvo con Marie-Thérèse Walter, asegura hubiera “satisfecho” a su abuelo.  

-¿Queda algo por descubrir de la obra y la figura de Picasso teniendo en cuenta que es uno de los artistas más conocidos y reconocidos del siglo XX? 

-No deja de sorprenderme la cantidad de diferentes aspectos que se pueden encontrar para entrar en la vida y la obra de mi abuelo. Y considero muy interesante la forma en que las generaciones más jóvenes abordan su trabajo y sus ideas. Los comisarios son extremadamente innovadores proponiendo nuevas maneras de mostrar al público quién fue y qué hizo Picasso, y los lenguajes actuales ofrecen posibilidades diferentes de conocer al personaje con proyectos de arte más instantáneos. 

-‘Imagine Picasso’ no es una exposición al uso, ¿cree que este tipo de muestras sin cuadros e inmersiva hubiera sido del agrado de Picasso?

-Picasso fue un pionero, le gustaba ser el primero en todo, probar y explorar cosas nuevas. Y lo hizo. Se interesó por la fotografía, por ejemplo. Se dio cuenta de que la pintura era primero y la fotografía, otra forma de representar la realidad. Le gustaba la televisión, que para él era una nueva manera de indagar nuevas formas. Y seguro que se habría inspirado en el vídeo de los 80, pero murió antes. El video se ha convertido en un medio de gran creatividad, así que estoy seguro de que estaría satisfecho con lo que el video hace con su trabajo. Además, los museos son espectáculo y Picasso fue un gran ‘showman’.

-¿No se corre el riesgo de convertirlo en un producto de ‘merchandising’? ¿De que el personaje se coma al artista?

-Siempre hay riesgo de saturación, de que la gente se canse de escuchar hablar sobre Picasso, su obra y su genialidad. Habrá 17 exposiciones solo en España y 14 en Francia, es mucho, pero no creo que esto afecte a la genialidad de Picasso, es más, creo que pueden explicar que ser un genio no es algo habitual, que es mucho más que tener talento. Picasso era bueno pintando, dibujando, con la escultura y con la cerámica, interactuando con otros artistas e incluso creando decorados para espectáculos, lo que demuestra que la genialidad es algo diferente. Tantas exposiciones dan opciones de escoger al público, y eso está bien.

-A estas alturas, ¿queda algo por descubrir de Picasso?

-Me gustaría que detrás de cada obra se viera la humanidad de Picasso, porque debemos recordar que estuvo siempre solo en el estudio creando y que todo su trabajo se basó en la realidad. No era un artista abstracto, necesitaba a la gente, sobre todo a la mujer, al paisaje, al objeto… representó permanente la vida y eso refleja su humanidad. También se ve la defensa de las personas en su compromiso político, especialmente en piezas como el ‘Guernica’. Lo que espero es que todo el mundo vea la humanidad que había detrás del genio. No era fácil pero tampoco no era un hombre difícil. 

-Últimamente, se habla mucho de las relaciones de Picasso con las mujeres y de su supuesta misoginia.

-Es importantísimo cuestionar la relación de Picasso con las mujeres. Es imposible ignorarlo teniendo en cuenta que tuvo tantas amantes. Pero, si se hace, es necesario saber más sobre él, su infancia, su adolescencia, su juventud en París… y tener en cuenta que vivía en una sociedad concreta: la tradicional española del siglo XIX y la francesa de principios del siglo XX en plena evolución. Probablemente era un gran seductor: tenía talento y convertía a sus mujeres en inmortales sobre el lienzo, pero una historia de amor no son solo los días felices, también hubo peleas y despedidas frías. Por ejemplo, quería divorciarse de Olga Koklova y casarse con mi abuela, pensó que sería fácil porque la República había establecido el divorcio pero Franco lo abolió y le pilló en medio del proceso, por lo que no pudo divorciarse ni casarse con mi abuela ni pudo reconocer a mi madre. Así que creo que es importante entender su vida y su mundo y a partir de aquí discutir y ver si era un misógino o si solo acababa sus relaciones amorosas como se hacía en una época en que la sociedad era muy dura con las mujeres: en Francia no podían tener cuenta bancaria propia, no podían votar… y el cabeza de familia era el hombre nunca la mujer. Todo eso ha cambiado y para entender cómo era hay que entender que formaba parte de esa sociedad como millones de otras personas. Fue un símbolo de la evolución de la sociedad.

-Usted no llegó a conocer a su abuelo, pese a que estaba vivo cuando usted nació, pero sí a su abuela. 

-Nunca sufrí por no visitar a mi abuelo. En casa teníamos pinturas, esculturas, fotografías y los recuerdos de mi madre y mi abuela, que creó un mundo con Picasso que si no era normal si era cotidiano. Eran felices. Así que tuve la suerte de estar protegido contra las sombras y disfrutar solo de las luces. 

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