Robe Iniesta gira por España para presentar en directo su tercer disco de estudio en solitario: 'Mayéutica', un álbum "más guitarrero" que los anteriores y concebido como una especie de segunda parte del elepé de Extremoduro 'La ley innata'. El exlíder del grupo extremeño desembarca con una gran banda –la mejor que ha tenido nunca, según sus propias palabras– para ofrecer un espectáculo de casi tres horas en el que también hay cabida para temas de Extremoduro.

¿Tocar con el público de pie es una motivación extra?

Lo estábamos esperando desde hace tiempo. Se nota mucho que la gente pueda estar bailando y moverse a su aire, que es lo que es un concierto de rock. Esas sensaciones y vibraciones que se crean delante se perdían. De todas formas, los conciertos con la gente sentada no han ido tan mal como yo pensaba en un principio. El público lo ha disfrutado y nosotros también, aunque no tiene comparación con esto.

‘Mayéutica’, además, es un disco bastante guitarrero y se presta a disfrutarlo de pie.

Exactamente. El disco salió con bastante marcha y no tenía mucho sentido estar oyendo ‘bailar como una puta loca’ y estar sentado sin poderte mover. Era una incongruencia. De hecho, este es mi disco en solitario más marchoso y guitarrero. En eso ha influido mucho la llegada de Woody Amores (el nuevo guitarrista de la banda). Su entrada ha cambiado todo un poco. También las canciones de los dos discos anteriores.

¿‘Mayéutica’ marca un antes y un después en su carrera?

Yo tampoco lo veo para tanto, la verdad. A mí cada disco me sale de una manera. Quizá el cambio más fuerte es el tipo de instrumentación que llevaba en los dos discos anteriores. La guitarra la tocaba solo yo y teníamos acordeón, clarinete... Este disco es de otra manera, más parecido a lo que he hecho siempre.

Los temas de ‘Mayéutica’ los compuso en 2018. ¿Cuándo se fue dando cuenta de que podía estar ante una segunda parte de ‘La ley innata’?

Fue poco a poco. Yo no planifico nada a la hora de componer y al principio tampoco sabía si era una sola obra o 17. Al final vimos entre todos que tenía sentido, aunque claro esto no es como la segunda parte de una película. Los dos discos tienen cosas que ver, aunque hay veces que se hablan de los mismos temas pero desde otros puntos de vista y diez años después.

El amor monopoliza las letras en ‘Mayéutica’.

Bueno, las metáforas también están ahí. Al final cada uno tiene que interpretar los temas a su manera y ver qué emociones le generan. Pero sí, el amor está muy presente. Yo no sé lo que me va a salir cuando escribo, pero lo que está claro es que para que algo lo dé por bueno me tiene que emocionar. Me da igual si es triste o alegre, con marcha o sin ella o de un estilo o de otro. Si a mí me emociona, para mí ya es válido.

En 2009 escribió su primera novela ‘El viaje íntimo de la locura’. ¿Habrá más?

Sí me gustaría. Es una forma de creación muy agradecida. Porque cuando escribes poesía o canciones el momento de creación es muy corto, pero cuando abordas una novela ese proceso dura mucho y lo disfrutas durante mucho más tiempo.

Gira de Extremoduro

Ha logrado formar una banda de un gran nivel...

Para mí es la mejor que he tenido en mi vida o al menos esas son mis sensaciones. Estoy muy a gusto con ellos y disfrutando mucho, y eso se nota. Además, creo que somos más grupo. Al principio de Extremo era yo solo, luego fuimos Iñaki y yo los que hacíamos las cosas... La manera que tenemos ahora con la banda es trabajar todos juntos en el local sin hacer maquetas. Yo llego con las canciones desnudas y nos ponemos todos a jugar y a experimentar.

¿Habrá gira de despedida de Extremoduro?

La gira que estaba prevista no, por supuesto. El que no haya devuelto las entradas que se espabile. Si algún día puede que la hagamos...pues no lo sé. Pero desde luego esa gira no se va a hacer. La empresa promotora no quiso esperar a que pasara la pandemia para poner nuevas fechas, que era la única manera de hacerlo. Lo que está claro es que no podíamos seguir estancados mes tras mes atándonos a un contrato de por vida y sin poder hacer otras cosas. Y más con un disco guardado en un cajón.

Además creo que ya tiene las canciones del que será su próximo disco en solitario.

Sí. Algo bueno ha tenido el confinamiento. Yo creo que en general para todos los creadores ha sido un buen momento para componer. Además, cuando pasan cosas tan graves también ayuda a que se te mueva la cabeza. Por eso creo que después de todo esto vamos a vivir un tiempo bonito con mucha gente con trabajos nuevos.

¿La pandemia se ha colado en esas letras?

Si está presente no ha sido queriendo. Yo he dejado volar la cabeza como siempre... Son canciones cada una de una forma, no es un rollo conceptual como Mayéutica.

¿Cuándo cree que se podrá publicar ese nuevo disco?

Para 2023. Esta gira acaba ahora en noviembre y luego la retomamos en mayo, aunque todavía no tenemos fechas ni ciudades. En este intervalo vamos a intentar grabar una o dos canciones nuevas y sacarlas así sueltas.

He leído que escucha poca música. ¿En general o solo cuando compone?

En general oigo poca. Pero hay temporadas que nada, porque pienso que más que enriquecerme me puede contaminar. Cuando acabo de componer sí que escucho más para abrir la mente, pero en general prefiero tener la cabeza con mi propia música. La verdad es que no estoy muy al tanto de lo que se hace en la escena del rock. Lo que veo es que cada vez les cuesta más trabajo a los grupos de rock y por eso salen menos. Ahora impera lo fácil: un chaval cantando en su casa con una base hecha y a tomar por culo. Si en España siempre ha sido difícil y el rock ha sido una música minoritaria, ahora la cosa aún está peor.

¿Tenemos Robe para rato?

Eso espero (risas). Cuando tengo una canción me sigue entrando la impaciencia de que la oiga todo el mundo. Ahora, por ejemplo, ya estoy impaciente de meterme a currar con las nuevas canciones, y eso es buena señal.

En esta gira tocan bastantes canciones de Extremoduro.

Son canciones que he hecho a lo largo de mi vida y hay muchas que quiero y voy a seguir tocando. No puedo olvidarlas así, no hay una ruptura con todo. Nos lo tomamos como que tenemos un fondo de armario gigante, con un montón de temas muy chulos.