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BFlecha, música para generar utopías

La creadora viguesa estrena hoy en directo en el Underfest su último disco “ExNovo” | ”Necesitamos cerrar los ojos para poder imaginar otras alternativas”, afirma

BFlecha, en una imagen promocional White Dog Studio

En un cruce de aparentes paradojas despliega su creatividad la prestigiosa cantante, compositora y productora BFlecha. Artista en solitario que cree (y milita) en lo colectivo, autora de canciones complejas que suenan accesibles y de música electrónica que busca ser orgánica, la viguesa ha dado con su último disco, ExNovo, un paso más en su exploración de “otros caminos” al margen de la realidad dada. Lo estrena en directo hoy a las 21:00 en el festival Underfest (Auditorio Municipal de Vigo, entradas en Ataquilla desde 8 euros).

El tercer álbum de Belén Vidal bajo el pseudónimo de BFlecha es un disco de pop de vanguardia reflexivo, que detrás de atmósferas futuristas afronta cuestiones del presente: “Por ejemplo, en ‘Pantalla total’, cuando hablo de cerrar los ojos es para poder soñar otras imágenes, para poder imaginar otras alternativas. No es un disco escapista, al contrario; ante la saturación de estímulos se trata de buscar ese silencio tan necesario para pensar, entender lo que nos está pasando y ver qué podemos hacer, aunque sean pequeñas cosas”.

Tomar el control

Entre esas acciones posibles está la forma de ser, estar y hacer en la industria musical. Contra la aceleración de los tiempos, marcados por un bombardeo constante de estrenos, BFlecha ha dedicado cuatro años a ExNovo, los mismos que entre su primera entrega (ßeta, 2013) y la segunda (Kualia, 2017). “Es un trabajo artesanal, si quieres crear algo elaborado en las letras y en la música tienes que ir haciendo cosas y dejándolas descansar para poder tomar las decisiones más adecuadas”, explica. Reivindica, después de una temprana mala experiencia con una multinacional, la necesidad de “tener el control” sobre todo el proceso, también una vez acabada la parte estrictamente musical. También se revuelve contra la “devaluación” de la música por la influencia de las redes sociales: “Sacas un disco ahora y ¿qué vida tiene? En tres meses ya está consumido, y venga, otro, otro, otro... Tenemos que pensar en qué cosas hacen que la música tenga valor”.

Para ello, junto al productor Mwëslee, impulsó en su día Arkestra Discos, con el que publica sus trabajos. “Con el sello ayudamos a crear un ecosistema; la música underground sufrió mucho estos años. Creo que nos tenemos que plantear, también más allá de la música, cómo vamos a afrontar los desafíos que vienen”.

Lo digital y lo orgánico

Deslizaba BFlecha una crítica al impacto de las redes sociales en el mundo de las canciones. Pero hace una reflexión más general, que vincula al uso de la tecnología, una de las constantes de su discurso. En su caso, decidió tomarse dos años fuera de las redes —“son disparadores de emociones, nuestro cerebro no está preparado para todo eso, es agotador”— para entenderlas mejor y utilizarlas de manera más sana. “Me interesa mucho buscar esas fórmulas, no se trata del típico planteamiento de irse al monte y desconectar de todo. La tecnología es útil”.

La compositora, que semanas atrás estuvo abordando estas cuestiones en una mesa del festival WOS de Santiago, muestra en ExNovo un énfasis especial en que su discurso filosófico de fondo tome forma en las canciones. “Es un híbrido entre los sonidos digitales y los orgánicos, como si fuera una metáfora musical de esas ideas”, argumenta. En la grabación hay piedras y palos o elementos de la tradición gallega, como gaitas y pandeiros, que conviven con sintetizadores y con su voz, unas veces más tratada y otras más limpia. “Es una música que aunque tiene toques digitales también tiene su elasticidad. Suena como un organismo, como si estuviese respirando”.

En todo caso, BFlecha no siente que con este tercer trabajo haya llegado a una estación final. “Aún queda camino. Pero me voy sintiendo más cómoda, tanto a nivel vocal y en la música, dejando espacio para que cada cosa esté en su sitio, como con la parte reflexiva. Hay una evolución con respecto a mis anteriores entregas, pero aún me queda mucho que explorar”.

Futuro en colectivo

Cuando BFlecha habla del futuro de la música habla también del devenir de la propia humanidad. “Es interesante inspirarnos en otras disciplinas, como la biología. Lynn Margulis, por ejemplo, en contra de lo que decía Darwin, creía que los que sobreviven no son los más fuertes, sino los que cooperan. A mi modo de ver el futuro, al revés de esta época que promueve el éxito individual, tiene que ser en colectivo”. Su forma de llevarlo a la práctica es a través de la nómina de colaboradores del álbum: desde el inseparable y ya citado Mwëslee a Judah GT, Monkey’s Cymbal o Lost Twin. Recurre, además, a un texto de Xavier Queipo para ofrecer su primera canción en gallego. También participa con el tema ‘Blázares’ en la pieza audiovisual Camille & Ulysse de la redondelana Diana Toucedo y coproducida por el CCCB y el Georges Pompidou.

El mensaje contrario al individualismo suena ciertamente utópico echando un vistazo ahí fuera. Pero es que BFlecha, con ecos de la filósofa feminista Rosi Braidotti y hasta de Spinoza, reivindica el potencial de cambiar los imaginarios y de romper los moldes que otros pensaron antes. “Si realmente queremos aportar algo tenemos que ser generativos. No quedarnos en un bucle de negatividad como el que produce la polarización en las redes sociales”, ideas que sobrevuelan en temas como ‘Fuerza afirmativa’. “Como decía Galeano, hay que tener la utopía en el horizonte, aunque no llegues que esté ahí”.

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