Pablo Villalobos Leal (Zaragoza, 1995) es titulado en Estudios Superiores de Cinematografía y Artes Visuales. Autor de varios cortos de ficción, estrena ahora su opera prima “Altar”. Su residencia está a caballo entre Vigo y La Habana.
–¿Cómo nace “Altar”?
–Con “Altar” queríamos mostrar un mundo reducido a los elementos indispensables. Con personajes sintetizados en sus acciones y gestos, donde la palabra solo toma partido en los momentos desesperados y confusos. Hacer sentir al espectador el soliloquio que cada persona tiene dentro de sí y cómo puede entrar en conflicto con los demás y consigo misma. Aborda las consecuencias del desamor, el peso inmenso de lo sobrenatural, el camino hacia lo desconocido. Muestra un escenario de dualidades: vida y muerte, música y silencio, luz y oscuridad, esperanza y desconsuelo, devoción e indiferencia. Es una historia no ligada a una narración convencional. Nuestra idea fue entender el entorno y sus personajes desde un punto de vista poético y místico. Esperamos que el microcosmos de “Altar” sea recibido por el espectador como un espejo hacia su propio universo, como un camino hacia su propio misterio.
–Es una cinta que se sale del circuito comercial.
–Desde luego. “Altar” es indefinida y abstracta, pues la vida anterior de los personajes queda oculta, el lugar donde conviven no tiene unas dimensiones establecidas ni está delimitado en una zona concreta... Incluso parte de los acontecimientos quedan en el plano inexplicable de lo sobrenatural.
–¿Dónde se rodó?
–El proceso de escritura no fue convencional. Tenía una idea clara, pero no quería condicionarme por los tiempos de producción, así que fui escribiendo el guion a medida que rodaba. Grababa todas las escenas ya establecidas y después comenzaba a improvisar con la cámara y el espacio. El rodaje se realizó entre octubre de 2019 y finales de 2020 en La Habana.
–Pero la película tiene una conexión viguesa.
–Realicé toda la postproducción en Vigo, durante el confinamiento. Fueron meses de mucho trabajo. Editamos ocho versiones de la película hasta llegar a la versión final. Cuando terminamos la número siete, hicimos un visionado privado en el Museo del Mar de Vigo para ver la reacción del público. Y tras ese proceso, decidí rodar escenas alternativas en la Xunqueira del río Lagares, un lugar que siempre me ha hipnotizado. Además mi gran amigo Rodrigo Enríquez (vigués de padre cubano), maestro ceramista, calígrafo e ilustrador, realizó la portada de la película. Así que creo que Vigo está muy presente en este proyecto y me alegro.
–¿En qué género la encuadraría?
–Es un drama sobrenatural, que avanza entra en los límites del terror y lo fantástico.
–“Altar” se acaba de estrenar en el 43 Festival Internacional de Cine de Moscú.
–Ha sido una sorpresa poder formar parte de un festival tan importante, denominado de clase A, junto al de Cannes, Berlín o Venecia, y acreditado por la Federación Internacional de Asociaciones de Productores Cinematográficos. Además, es un honor que la película tenga su estreno mundial en Rusia, país al que pertenece mi cineasta favorito Andrei Tarkovsky. La película se proyectó el domingo 25 en los cines Karo 11 Oktyabr y hoy se vuelve a proyectar en el cine Poklonka, en la plaza de la Victoria de Moscú. Y en cuanto la situación epidemiológica lo permita se exhibirá en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana.

–¿Qué poso le ha dejado?
–Estoy muy emocionado con el recibimiento que está teniendo. He aprendido mucho durante su realización. Hemos recibido muchos tipos de comentarios y me parece muy interesante que cada persona percibe ideas diferentes, o ve cosas distintas en una misma imagen. A veces me preguntan si están en lo correcto o si “era eso lo que yo quería decir”, pero la película termina siempre en cada espectador, en su propia historia.
–¿Cuáles son sus próximos proyectos?
–Acabo de terminar un guion para mi próximo largometraje con título provisional “Mala Sangre”. Es la historia de dos hermanos que se conocen tras la muerte de su madre. Espero empezar el rodaje en junio.