El pasado diciembre el podcast radiofónico del pianista e investigador Moritz Weber, producido desde Suiza, enojó profundamente a Polonia. En él, el también divulgador musical sostenía que Chopin fue homosexual y como pruebas aportaba varios fragmentos de cartas homoeróticas, entre ellas las que el célebre compositor polaco dirigió a su amigo Tytus Woyciechowski, a quien le expresó su deseo de besarle en la boca. La noticia y su impacto en Polonia, que vive una etapa de virulenta homofobia (gobierna el ultraconservador y ultracatólico Kaczynski), no tardaron en recogerse en The Guardian o incluso en la CNN. El musicólogo mallorquín Antoni Pizà, colaborador también del suplemento cultural Bellver que edita este periódico, acaba de publicar un artículo extenso sobre la cuestión en el último número de la revista L'Avenç.

"Yo sostengo que podría haber sido homosexual. Y que Chopin no es un ser asexuado como se nos ha querido vender, sino que tuvo una vida sexual normal. El segundo punto que destaco es que a lo largo de la historia se le ha heterosexualizado. Es cierto que hay pocas pruebas de que fue homosexual, pero es que hay poquísimas pruebas reales de que fuera heterosexual. Se le ha heterosexualizado y podría ser que le gustaran tanto los hombres como las mujeres", apunta Pizà, que atiende a este periódico vía telefónica desde Nueva York.

En el artículo, el especialista mallorquín apunta que las relaciones homosexuales del compositor que se refugió en La Cartoixa de Valldemossa "se suelen evadir sistemáticamente en la mayoría de escritos sobre él y a menudo se consideran un pecado de juventud, una fase juvenil previa a la heteronormatividad". Tanto es así, que el propio Weber llega a sostener en su podcast que en las cartas de Chopin los pronombres del objeto de deseo que estaban en masculino se tradujeron al femenino.

En cualquier caso, Pizà denuncia que continúa habiendo homofobia en pleno siglo XXI porque la posible homosexualidad de Chopin es un tema que "escuece y escandaliza". El musicólogo prepara junto a Weber un dossier con el fin de perfilar un extenso estudio con ampliaciones sobre la cuestión que se publicaría en alguna revista musical. Para ello, Pizà ha contactado con más de 30 especialistas en Chopin de todo el mundo a fin de que colaboren en sus pesquisas. "No me ha contestado ningún experto polaco, algunos por homófobos y otros por miedo. Los profesores de habla inglesa han sido todos muy educados y me han dicho que no tenían tiempo y que seguramente no había nada nuevo que añadir al tema. Sólo unas pocas personas me contestaron con que harían sus aportaciones. Nadie tiene ganas de remover este tema y es algo que me irrita y me sorprende en pleno siglo XXI", comenta el musicólogo, que ya apuntó hacia una posible homosexualidad de Chopin hace diez años en un artículo. "Éste no es un tema nuevo, ya molestó cuando se comentó la primera vez, ahora ha vuelto a haber un escándalo y dentro de diez años volverá a irritar a Polonia, donde Chopin es una especie de héroe nacional", concluye.