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Manel Loureiro - Escritor

"Me apetecía contar una historia desde la Galicia rural, la esencia de los gallegos"

"El turismo literario es maravilloso porque demuestra el poder de la literatura"

Manel Loureiro, en Santiago. // Xoán Álvarez

Unas cuantas novelas después de que comenzara a llenar Galicia de zombis con "Apocalipsis Z", saga que suma miles de seguidores en todo el mundo, Manel Loureiro vuelve a los escenarios de su tierra natal para cruzar "La Puerta" del más allá, su primer thriller y una de las grandes apuestas de Planeta para estas navidades. La nueva novela del pontevedrés arranca con el hallazgo del cadáver de una joven a los pies de Portalén, una construcción megalítica en la cima del monte Seixo, Pontevedra, que los celtas empleaban para sus ritos funerarios. A esta trama se suma la desesperada búsqueda de la agente encargada de la investigación por encontrar a la única persona que puede sanar a su hijo, enfermo terminal, tras agotar todas las posibilidades médicas, una "menciñeira" local que parece haberse desvanecido en la atmósfera opresiva que recorre las páginas de esta novela.

- Deja atrás los zombis, la ciencia ficción y la distopía para adentrase en el "thriller". Todo un reto, supongo.

-Por supuesto, es saltar a un género del que siempre he sido lector, porque me apasiona, pero que nunca había escrito, por lo que suponía todo un desafío, pero creo que es importante salir del área de confort, de lo que estás acostumbrado a hacer y ponerte retos distintos. Lo que no sabía es que saliendo de esa área de confort me iba a encontrar con una novela que me iba a salir muy redonda y que por encima me lo he pasado genial escribiéndola.

- La protagonista, Raquel Colina, deja su vida en Madrid en un intento desesperado por salvar a su hijo, al que le quedan meses de vida. ¿Hasta qué punto influye esta circunstancia personal en las decisiones que toma?

-Absolutamente en todo porque Raquel es una mujer extremadamente racional, cree en lo que puede ver, tocar, besar, medir, oler. Ella viene de la Unidad Central de Investigación Ocular de la Guardia Civil, es el equivalente al CSI en España, o sea, es una persona que solo cree en aquello que puede ser demostrable y que cree en la ciencia. Pero de repente, la vida le lleva por un derrotero que no sospecha. Primero, a su hijo le quedan semanas de vida porque la medicina ya no tiene más trucos en la chistera, lo cual le obliga a hacer algo que nunca habría pensado, que es abrazar algo tan ajeno a su mentalidad como una "menciñeira". Por otra parte, cuando viene a Galicia persiguiéndola, se va a encontrar en un mundo donde hay un enfrentamiento permanente entre fe y razón, ciencia y religión, y se va a dar cuenta de que para resolver el crimen y para tratar de salvar a su hijo, va a tener que dejar que esa Galicia rural y profunda de tradiciones centenarias se vaya colando dentro de ella.

- ¿La desesperación hace que abracemos creencias irracionales?

-Sí, y sobre todo creencias basadas en tradiciones muy antiguas que racionalmente no te las puedes creer. Pero, esto es un thriller, no hay fantasmas, no hay Santa Compaña, no hay brujería. Son personas de carne y hueso que han matado a alguien, pero todo teñido de las creencias populares de la Galicia rural, la que la mayoría de la gente no conoce porque quienes nos visitan vienen a ver Santiago, Pontevedra, Sanxenxo y poco más. Sin embargo, hay otra Galicia, esa que se está quedando vacía y que comienza a media hora de la autopista. Esta Galicia era el personaje perfecto para este thriller. Esta historia podría haberla contado en el interior perdido de la América profunda, pero ¿por qué hacerlo allí si aquí tenemos el escenario perfecto? Además, hacía muchas novelas que no contaba una historia ambientada en Galicia y me apetecía volver y hacer de ella un personaje.

- ¿Es un homenaje a esa Galicia vacía?

-Es una forma de ponerla en valor, sí, porque esa Galicia se muere. Le quedan pocos años y traerla a una novela que tiene la expectativa de ser leída no solo en España, sino en todo el mundo es una manera de poner el foco en algo que no deja de ser la esencia de lo que somos los que habitamos aquí.

- El clima gallego también tiene un peso importante en la trama.

-Quienes han podido leerla me han dicho que es una novela que moja, que te cala. El clima juega un papel fundamental porque de lo que se trata es de crear ese ambiente hostil para Raquel. Ella está acostumbrada a que todo esté a un golpe de móvil o de un clic y que, de repente, llegue a sitios donde no hay cobertura, donde la luz eléctrica se va, donde llueve y la humedad se te cala en los huesos le obliga a pensar de una manera diferente si quiere resolver el asesinato.

- Los lugares son reales, aunque a algunos les ha cambiado el nombre. ¿Por qué?

-Por un motivo fundamental. Esta demostrado que este tipo de novelas acaba atrayendo a un montón de gente. Portalén, la puerta del más allá en el alto del monte Seixo, va a tener muchísimos visitantes a partir de esta novela, y otros lugares, como Pontevedra. Sin embargo, Fosco es el nombre que he dado a un pequeño pueblo porque sus vecinos no se merecen que de repente empiecen a aparecer docenas de visitantes por ahí sacando fotos como si fuesen animales de un zoo. Me ayudaron mucho a crear los personajes y la atmósfera para la novela y creo que preservar su intimidad es importante.

- ¿Qué le parece ese tipo de turismo?

-Me parece maravilloso. El turismo literario, como está sucediendo con el Baztán de Dolores Redondo o con la Vitoria de Eva Gª Sáenz de Urturi, demuestra dos cosas. Primero, que el lector quiere algo más, quiere ver los escenarios reales de esa novela, lo que está bien para la zona si no supone una molestia en su forma de vida tradicional. Y segundo, demuestra el poder de la literatura.

- Antes dijo que le ha salido una novela muy redonda y con la que más se disfrutado ¿por qué?

-Porque tiene muchas cosas de mí, porque incorpora cosas de lo que he mamando de niño. Una de mis tatarabuelas fue "menciñeira", el entorno puedo recrearlo con los ojos cerrados y sobre todo, porque es una novela que técnicamente no es muy compleja y no habría sido capaz de escribir hace 3 o 4 años y esto para un escritor es maravilloso. Me apetecía contar una historia de una investigación de novela negra porque te permite llegar a un público más amplio que va a disfrutar sobre todo de evasión. Hay dos cosas que necesita la gente y que el Covid-19 les ha robado. Una es la capacidad de viajar, y con la literatura puedes hacerlo. Con esta novela vamos a conseguir que miles de personas viajen a la Galicia rural y profunda, que me apetecía que conociesen. Y la otra y más importante en estos momentos de tanta tensión: evasión y un thriller te facilita evadirte de esta realidad arisca y tenaz que nos rodea. A mí me gusta la literatura como evasión y divertimento.

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