Ya en septiembre del 2018, dos meses después de salir el enorme sencillo 'Gitanas', la rapera y cantante María Rodríguez, más conocida como Mala Rodríguez, o La Mala, nos hablaba sobre su esperado sexto disco, continuación del arrebatador 'Bruja' del 2013. Dio algunas pistas, no demasiadas. La más verdadera, que sería "una colección de hits". Ahora celebra la salida de ese álbum, 'MALA'.

- Pregunta obligatoria: ¿Cómo lleva estos días extraños?

- Lo llevo bien y llevé el confinamiento bien. Para mí no fue ningún calvario. De hecho, he estado bastante entretenida. Me lo he pasado muy bien. He vuelto a hacer cosas que me gustan.

- ¿Como leer a los clásicos rusos? En el penúltimo festival Primera Persona habló largo y tendido sobre esta fascinación suya.

- Pues no, no. En realidad, he estado leyendo a Violeta Parra, y he flipado mucho porque al hablar del exilio parece que esté hablando del confinamiento.

- ¿Cómo afectó el estado del alarma a los planes de despliegue de 'MALA'?

-En ese sentido, ha sido una mierda. Porque estábamos a punto de empezar a ensayar la gira cuando se declaró el estado de alarma. Todos los planes para el verano se fueron al traste. No he podido quedar con mi equipo para ir ensayando, lo que ha supuesto un fastidio bastante gordo. Una respuesta posible habría sido decir "mira, no hago nada", pero al final decidimos hacer unos eventos especiales antes de la gira oficial de septiembre.

- ¿Qué vibraciones le da eso de actuar ante gente distanciada, con mascarilla y cierta preocupación en el cuerpo? Yo creo que con usted las normas podrían saltar por los aires?

- Yo creo que va a ser como una especie de evento privado, high class. Me lo tomo así.

- Como Kylie Minogue actuando para los ejecutivos del Deutsche Bank en el 2004.

- Algo así. Hay que pasarlo bien, a pesar de todo. Desde el 2016 actúo con bailarinas y esto es un espectáculo. Además, en el nuevo disco hay muchas canciones muy bailongas.

- En septiembre del 2018, cuando habían salido 'Gitanas' y 'Contigo', ya avanzó que en este disco habría "muchos momentos, muchos instantes, muchas emociones"... ¿El 'MALA' que pensaba entonces se parecía a este?

- La variedad se ha mantenido. Al principio tenía muchas canciones cañeras, con mucha garra, y esa era la energía vital del elepé. Pero también quería tocar otros puntos que forman parte de mí. Mirar la parte introspectiva.

- La discográfica parecía satisfecha con ir sacando sencillos. Usted insistió en lanzar un álbum.

- Me gustan los artistas, y cuando me gusta un artista, si tengo ocho o quince temas de uno, voy a escucharlos. A veces me quedo enganchada en una sola canción. "Me llamo Cristina, Cristina, Cristina?" [canta el tema de Maffio, Justin Quiles y Nacho]. Así me puedo pasar todo el día. Pero también te puede gustar todo de alguien, todo su mundo, en lugar de una sola canción.

- En el disco dialoga con las nuevas generaciones del trap y lo latino. No trata de sumarse al carro; usted ya defendía a Cecilio G hace mucho tiempo.

- Es que Cecilio G es el mejor.

- ¿Ve a estos jóvenes artistas urbanos como sus herederos?

- No, no, los veo como iguales. Todos somos iguales. Simplemente, cada uno de nosotros está en un momento distinto de su proceso. Todos estamos buscando. Como artista eso es bueno, no dejar de buscar.

- Ya colaboró con Lola Índigo en 'Mujer bruja', y ahora ella le devuelve el favor participando en 'Problema', para mí, El Hit.

- Lola es una estrella. Muy luchadora, súper, hipertrabajadora. Tiene muy claro lo que quiere y se lo hace todo muy bien.

- En 'Bruja', del 2013, descargaba mucha bilis. Aquí muestra un talante diferente, se le oye más tranquila. ¿Se siente así?

- Me cuesta mucho salir de los agujeros, y en cuanto veo una oportunidad de escapar, trato de aprovecharla. Ahora estoy en un buen momento de mi vida.

- Sorprende la vulnerabilidad de 'Mami'. ¿Ha pensado en hacer todo un disco con solo voz y piano?

- Estaría lindo. Cada vez que he hecho cosas de este estilo, ha quedado realmente bonito. Una vez hice un concierto con Jorge Pardo y quedé muy contenta. 'Mami' era una oportunidad de mostrar otra parte de mi voz.

- ¿La ha cultivado de alguna manera en los últimos años? Suena más elástica que nunca.

- De forma autodidacta. No me ha dado clases ningún profesional. Ahora que he estado de asesora en 'La voz', he pensado en tomar clases. Le dije a una coach que me las diera. Pero, al final, todo se basa en interpretar y eso sale de forma natural. La interpretación te da la emoción.

- La última vez que hablamos, había perdido el móvil y dijo que podía ser un gran día. ¿Cómo se lleva con las redes ahora?

- Lo que no me gusta del móvil es el curro o los chats de la familia. Pero colgar cagadas y decir tonterías? Eso me mola mazo.