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Vetusta Morla: "Los músicos hemos sido los primeros en parar y vamos a ser los últimos en arrancar"

El grupo lanza "MSDL - Canciones dentro de canciones", su quinto álbum de estudio

Vetusta Morla, con Jorge González tercero por la derecha. / Carolina Sánchez / Pequeño Salto Mortal

Este viernes se publica "MSDL - Canciones dentro de canciones", el quinto álbum de estudio de Vetusta Morla, que ha tomado las canciones de "Mismo Sitio, Distinto Lugar" (2017) para reinterpretarlas, transformarlas y grabarlas de nuevo. De todo ello habla Jorge González, encargado de percusión y programaciones en el grupo madrileño.

--¿Cómo llevan el confinamiento?

-Llevábamos tres años de gira con "Mismo sitio, distinto lugar" y no estábamos dando una especie de premio con la gira de "MSDL", el disco que sale este viernes. Unos días antes del confinamiento tuvimos que cancelar el concierto de Londres. Esa semana íbamos para México, pero decidimos no ir y esperar a ver qué sucedía. Hemos estado al principio muy desconectados y hemos aprovechado para descansar. De vez en cuando nos tomamos un café por ordenador [risas]. Nos ha pillado bien, al final de una gira, sin cosas pendientes. Hemos tenido más suerte que otros compañeros. Tenemos una profesión muy estacional, y como te pille esto empezando una gira te crea un serio problema.

- ¿Cómo surgió la idea de reunir a veinte artistas para la canción de homenaje a los sanitarios, "Los abrazos prohibidos"?

-Es un reto que ha dirigido Guille [Galván]. Escribe poesía y se propuso, a través de unos poetas, escribir una poesía acerca del tema. Cuando le llegó lo vio fácilmente musicalizable. Su propuesta de canción nos encantó a todos. En cuanto llamamos a los músicos, todo el mundo estuvo superdispuesto. Recauda fondos para la investigación del CSIC.

- ¿La razón para no incluir "Los abrazos prohibidos" en este nuevo álbum es que ya estaba fabricado?

-El álbum se grabó hace un año, por la Semana Santa del año pasado. Cogiendo la base de "Mismo sitio, distinto lugar", se generaron las canciones con una vuelta de arreglos, son más desnudas en cuanto a producción, como Vetusta en el local. Es un proyecto aparte.

- ¿La premisa para "Canciones dentro de canciones" era una mayor sencillez en los arreglos?

-El disco nace de algo que hemos hecho siempre. Cuando teníamos un concierto benéfico o una entrevissta teníamos que adaptar las canciones para poder tocarlas. De esas adaptaciones salían nuevas ideas, algunas para el acústico que luego se incluían en el eléctrico. En 2018 se nos propuso hacer un concierto en los Veranos de la Villa. No habíamos podido participar y nos hacía mucha ilusión. Nos propusieron algo sorpresa, más íntimo. Decidimos hacer estas adaptaciones y quedó muy guay. Pasaron los meses y nos apetecía dejarlo reflejado. En 5 días lo grabamos tocando todos en directo en Estudio 1 en Colmenar Viejo. Se grabó en vídeo, por eso todas las canciones del disco van con su vídeo de nosotros tocando. Hemos generado un disco nuevo, muy orgánico y natural.

- Normalmente cuando un grupo graba de nuevo un disco suele ser por algún aniversario. En este caso, al ser vuestro anterior álbum, de 2017, tiene que ser más difícil reinterpretarlo, ¿no?

-Para nosotros es un disco nuevo. Son otras canciones. Siempre pueden interpretarse desde otro punto de vista, sin las ataduras que te pones para conseguir un tipo de sonido en la preproducción de un disco. Estábamos en medio de una gira, cuando tocas más cohesionado.

- ¿Qué canciones destacarías que han cambiado o mejorado más respecto al álbum de 2017?

-Ninguna me gusta más o menos. Por el cambio de sonido, quizá "23 de junio" lleva a otro lado, antes era un 3x4 y ahora es un 4x4. Ahora, en vez de tener una cadencia melancólica, tiene más calor. "Punto sin retorno" la hemos pasado a un 3x4 y ha cogido otro tipo de energía, con una dinámica más potente. "Te lo digo a ti" sorprende, y hay momentos mágicos como "Mismo sitio, distinto lugar", que ha quedado muy desnuda. Y en "Deséame suerte" el protagonista es un piano de cola que suena que te mueres. Algunas de estas transformaciones las incluimos en los últimos conciertos en eléctrico.

- Seguís apostando por el formato físico, con un vinilo más CD. Las pocas tiendas de discos que quedan os lo agradecerán.

-Las circunstancias son complicadas. Siempre intentamos apoyar hasta donde podemos. El interés por el formato físico está desapareciendo por cómo se consume la música, todo el mundo tiene su plataforma de streaming. No es tanto una decisión artística como de hábitos de consumo. Los álbumes tienen una evolución más allá de lo musical, en la parte estética, ya sean carteles, el propio disco, videoclips, el merchan... Venimos de donde venimos y es muy difícil separarlo de nuestras cabezas. Este disco tiene su propio desarrollo gráfico, con Gorka [Olmo], que ha hecho todas las ilustraciones, una pequeña obra de arte que acompaña el disco, que siempre ayuda a entender el concepto.

- ¿Estáis preocupados por el personal de vuestras giras?

-Preocupado está todo el mundo. Más allá de decisiones políticas antes o después, está todo el mundo improvisando, nadie sabe cómo va a evolucionar esto. Unos en casa más respetuosos y otros enfadadísimos en la calle, todos están preocupados. Cada sector va a sufrir mucho. Los músicos hemos sido los primeros en parar y vamos a ser los últimos en arrancar. Nuestra actividad necesita de gente masificando lugares, la música está montada alrededor de eso. El dinero que se genera a través del streaming no es suficiente, todo el mundo se ha enfocado al directo. Hay mucha gente formada que va tener que buscarse el trabajo en otra cosa.

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