Estamos en pleno periodo vacacional de Semana Santa, pero para viajar solo podemos recurrir a la imaginación o a internet. En 1984, cuando se publicó este "Hawaii-Bombay", no existía lo segundo, pero José María Cano se inventó esta canción tremendamente pegadiza (o, como se diría en inglés, "contagiosa") que sitúa un ambiente paradisiaco en un apartamento, donde la bañera hace las veces de mar tropical y el ventilador suple a la brisa marina.

Hawaii, Bombay son dos paraísos

Que a veces yo me monto en mi piso

Hawaii, Bombay son de lo que no hay

Hawaii, Bombay, me meto en el baño

Le pongo sal y me hago unos largos

La instrumentación, guitarra "slide" incluida, nos sitúa en Hawaii o en algún otro lugar soleado y relajado. En este tercer álbum de Mecano, "Ya viene el sol", el grupo se hace por primera vez con las riendas de la producción. El éxito le permite al trío madrileño grabar en Londres y recurrir nada menos que al alemán Hans Zimmer, hoy uno de los más célebres compositores de bandas sonoras de superproducciones cinematográficas. Zimmer se encarga de la programación del sintetizador computerizado Fairlight CMI junto a Josep María Mainat, dueño de uno de esos instrumentos que entonces costaban la friolera de diez millones de pesetas, cantidad con la que entonces podías comprarte un pisito en Madrid como el de la susodicha canción. A Mainat, miembro de La Trinca y posteriormente productor de programas de éxito como "Crónicas Marcianas", presentado por su cuñado Javier Sardá, recurrían grupos españoles que querían utilizar el novedoso Fairlight (utilizado también por grandes como Peter Gabriel, Herbie Hancock o Stevie Wonder) y no podían permitirse tal inversión.

El sintetizador, la sensual línea de bajo y la percusión dominan la melodía. El anhelo por visitar esos dos exóticos lugares llega en el estribillo, con segunda voz también de Ana Torroja:

Y al ponerme el bañador me pregunto:

Cuándo podré ir a Hawaii, ¡ay!

Y al untarme el bronceador me pregunto:

Cuándo podré ir a Bombay, ¡ay!

La rima de "flexo" con "bexo" (sic) en la última estrofa ha pasado a la historia como una de las más infames de la discografía de Mecano, solo superada por la de "no hay marcha en Nueva York, y los jamones son de York". Ni olvido ni perdón.

Con "Hawaii-Bombai" José María Cano logró por primera vez que una de sus canciones fuera publicada como sencillo, ya que hasta entonces todos habían sido temas de su hermano Nacho.

Lo que antes nos parecía una letra trivial sobre una ensoñación absurda, la de pretender montarse un paraíso en un piso, ahora nos parece no solo lógico, sino envidiable. Bienaventurados los que tienen piscina privada o bañera de hidromasaje, porque de ellos es el reino del confinamiento.