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Miguel González Somovilla: "Cunqueiro fue universal sin salir de Galicia"

El exresponsable de Comunicación de la RAE reúne en "Al pasar de los años" (Biblioteca Castro) 200 artículos en castellano del escritor y director de FARO, 76 de ellos publicados en el decano

Miguel González Somovilla // FDV

Miguel González Somovilla ha volcado durante más de dos años su confesada, y bastante veterana, devoción por Álvaro Cunqueiro en la edición de "Al pasar de los años. Artículos periodísticos (1930-1981)" (Biblioteca Castro), volumen que llega a librerías de toda España esta semana y que reúne doscientos textos en castellano del escritor mindoniense y director de FARO entre 1965 y 1970.

-Cada vez que un gallego encuentra un no gallego apasionado por Cunqueiro, se y le pregunta por qué, es decir, qué es lo que, al margen de su calidad literaria, acabó por atraerle al planeta Cunqueiro.

-La verdad es que el de Cunqueiro es un fenómeno curioso, porque ya en vida de él se realizaron varias tesis sobre su obra, y no solo en España, sino también en el extranjero. Sin ser un autor best seller precisamente, el hecho es que siempre suscitó un interés muy especial.Tengo que confesar que, en mi caso, y aunque no lo conocí personalmente, a mí lo que primero me atrajo fue el personaje, el conferenciante, el comunicador... La pregunta que usted me hace es interesante en el sentido de que, efectivamente, en toda su obra se da una paradoja, porque él está muy identificado con Galicia, particularmente con Mondoñedo, y así lo manifiesta tanto en gallego como en castellano; pero, por otra parte, y aunque Galicia siempre está de fondo, a la vez él consigue, sin perder ese mundo tan suyo que parte de lo local, captar la atención por los temas de que trata y le interesan, y esta es una característica por la que hay que definirle como un escritor universal: Cunqueiro desmonta el mito de Hamlet, se acerca a los clásicos latinos, a la materia de Bretaña, a las ciudades sumergidas?Tenía tal capacidad de ver el mundo a través de Galicia y de sus personajes, con un estilo propio e inconfundible, que se convirtió en uno de esos escritores que crean adicción.

- Que los artículos de Cunqueiro son piezas literarias, nadie lo duda pero ¿son también piezas periodísticas?

-Ha habido numerosísimos debates sobre esta cuestión. Si examinamos declaraciones del propio Cunqueiro, nos encontraremos con que tuvo opiniones tanto a favor como en contra del periodismo. Pero también reconocía que el periodismo le sirvió para ser conciso, rápido, y que de él aprendió técnicas narrativas que le resultaron muy útiles. Partiendo de a qué llamamos periodismo, yo creo que Cunqueiro fue periodista a su pesar, es decir, él escribió artículos periodísticos toda su vida: empezó en 1930 y escribió hasta 1981. Lo primero que publicó fue un poema en gallego, que yo incluyo en esta selección, pero cuando comienza de verdad a hacer articulismo periodístico es en El Pueblo Gallego, y desde entonces no paró. Recuerdo que Elena Quiroga, que dedicó su discurso de ingreso en la RAE a Cunqueiro, dijo que su modo de vida fue el articulismo. Él fue, siempre,periodista a pesar de sus contradiciones, si bien la suya era un obra periodística literaria, porque él nunca hizo información, pero el periodismo es inseparable de la vida y obra de Cunqueiro. Es más: resulta imprescindible para conocer bien su obra global. Lo que también es muy interesante de sus artículos es que, cuando quiso, fue crítico y tocó temas que aún están vigentes: los incendios forestales, la contaminación del mar, las celulosas, la burocracia, el abandono del Camino de Santiago...y , eso sí, su compromiso con Galicia es evidente. La proyección que dio a su tierra con su obra aún es deslumbrante.

- Se ha clasificado a Cunqueiro como un escritor sin género literario. ¿Acaso la literatura que se escribe en periódicos no es un género literario en sí mismo?

-Sin duda, estoy convencido de ello. Que el periodismo es un género literario es incuestionable. Ya se debatía este asunto en plenos de RAE celebrados a principios del siglo pasado y siempre se llegaba a esta conclusión.Y además, es que el buen periodismo literario está a la altura de cualquier otro género.

-¿Cómo se definiría usted: cunqueirano u cunqueirólogo?

-Cunqueirano, por supuesto. Por eso esta antología que yo he hecho es la antología de un periodista, no de un filólogo ni de un historiador de la literatura. Solo soy, repito, un periodista que ha leído, estudiado, investigado a Cunqueiro, un devoto de su obra sin más pretensiones.

-Hablando de los cunqueirólogos. ¿No cree usted que a veces se le dan excesivas vueltas a lo que Cunqueiro quiso o no quiso decir?

--Lo que pasa es que me da la impresión de que Cunqueiro es un escritor más citado e investigado,y muy bien por cierto, que leído. Y eso no es bueno porque a Cunqueiro hay que leerlo. Es fundamental que su obra se continúe investigando, sí, pero más lo es que se la siga leyendo. En cuanto a su pregunta, a mí me parecen muy respetables todas las interpretaciones que se hagan de la obra de Cunqueiro, aunque tengo que reconocerle que a veces se hacen interpetaciones excesivas, apuradas, que deducen motivaciones del escritor que nunca existieron. Él mismo lo dijo en una entrevista en la que le preguntaban por una tesis en la que se afirmaba que lo suyo era celtismo. Cunqueiro respondió que esa era una interpretación un tanto peculiar, puesto que no consideraba que el celtismo fuese un componente esencial de su obra. Los riesgos de la interpretacion siempre existen, pero para disfrutar realmente de la literatura de Cunqueiro lo mejor es ir con los ojos claros, sin prejuicios.

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