Amador Arias, el protagonista de O que arde -aspirante a mejor película en los premios Goya 2020- es "un artista de la vida". Lo defiende la productora viguesa Andrea Vázquez. Fiel a la descripción, el intérprete ha realizado un dibujo de sí mismo "saíndo cara os Goya". Como regalo, ha querido compartirlo con los lectores de FARO.

A pesar de no estar nominado directamente a uno de los cabezones, estará este sábado en la alfombra roja de los Goya 2020 con alfombra roja y Benedicta Sánchez ya que sin él non se entendería el éxito del filme gallego del año.

"Voume vestir como representante da nosa cultura", señala para reconocer que, desde el rodaje, sus "miras" estaban puestas en los festivales de Cannes y Mar de Plata pero también en los premios Goya. "Os Goya para min son a gala de España e vou "dentro" de Daniel Castelao con todo o orgullo galego, dos nosos diseñadores, niste (sic) caso Obradoiro de Costura Saiáns, de Vigo", indica.

Arias pone rumbo a Málaga y los flashes llevando en el "corazón a toda Galicia". Para él, las nominaciones cosechadas por su filme son "un respaldo enorme ao cinema feito en Galicia. Un empeza a crer que é cidadán do mundo. Consigamos un ou catro premios ou ningún, o mérito está aí. Tamén é importante que o galego chegue aos premios Goya".

Mientras, Benedicta Sánchez (nominada a mejor actriz revelación) intenta "hacer vida normal", señala alguien para quien la posibilidad de acudir vestida de Adolfo Domínguez a la gala es "algo impensado" pero que seguramente se hará realidad.

A medio camino entre Cataluña y Canarias, el director de fotografía del filme Mauro Herce, recuerda la "odisea" y "epopeya" de rodar en O que arde con nieve o grabar fuegos reales en el monte con una película analógica. "Las cosas buenas siempre son difíciles de lograr", apunta por teléfono, al tiempo que confiesa estar "bastante relajado" pero "muy contento".

Por su parte, el nominado a mejor actor revelación por su papel de Franco en Mientras dure la guerra, el vigués Santi Prego comenta que "o premio xa me tocou. É o recoñecemento que obtiven dos compañeiros de profesión, da crítica e do público, da xente que valorou o traballo contido, de buscar o equilibrio" en la difícil tarea de dar vida al dictador.