La escritora extremeña Susana Martín Gijón considera que "aún queda mucho por trabajar" para que ser madre o no sea una "decisión libre" para las mujeres que, a su juicio, siguen condicionadas por la sociedad a pesar de que haya "una apariencia de formalidad y de planos de igualdad".

"No se le permite a alguien decir que la mujer no está completa si no es madre, pero en el fondo sí se está actuando así y se nos está condicionando porque parece que si no eres madre te falta algo", ha subrayado en una entrevista con motivo de la publicación de su nueva novela 'Progenie'.

En esta obra, un thriller ambientado en Sevilla cuya trama comienza con una investigación policial por el asesinato de una joven, la autora relata la "brutal y constante" presión social que sufren aquellas mujeres que deciden no ser madres, al tiempo que visibiliza los diferentes modelos de familia.

Así, asegura que, en muchas ocasiones, son las propias mujeres las que ejercen esta presión sobre otras, "especialmente a partir de los 30 años", así como amistades y seres queridos "que hacen daño presionando y preguntando por algo que a lo mejor nunca llega".

Martín Gijón, cuyas obras siempre tienen un trasfondo social sobre el que construye la historia, aplaude que se esté rompiendo, poco a poco, el tabú sobre la idealización de la maternidad con la publicación de numerosos libros que abordan esta cuestión, aunque puntualiza que, al ser en su mayoría ensayos, el público objetivo son solamente mujeres que se encuentran entre los 30 y los 40 años.

La autora defiende en este sentido la novela negra como un buen método para dar a conocer la no maternidad porque, a su juicio, acerca esta perspectiva a un público mucho más amplio y permite conocer otras realidades que de otra forma se desconocerían.

"Podemos abordar este tema desde el ensayo, pero no es tan divertido y a él solamente acudirá quien quiera saber expresamente datos acerca de la maternidad y la capacidad de decisión de las mujeres", sostiene.

De este modo, 'Progenie' traslada al lector a una clínica de reproducción asistida, entre otros lugares, para mostrarle lo que supone someterse a determinados tratamientos de fertilidad y el desgaste emocional, hormonal y económico que trae consigo. "En la vida real nunca nos cuentan estas cosas y lo pintan todo color de rosa", ha matizado.

En relación a que se haya decidido catalogar los libros escritos por mujeres como "literatura femenina" Martín Gijón lo tiene claro: le pone "de muy mal humor". Así, subraya que quiere pensar que esta tendencia esta cambiando y que se está empezando a tener en cuenta a las escritoras porque, según destaca, no tiene sentido que la literatura escrita por hombres sea la universal y la escrita mujeres, solo para mujeres.

No quiere ser madre

La autora opina que tanto querer ser madre como desechar dicha idea son dos decisiones "completamente legítimas" que marcan el desarrollo de esta historia. Así, la protagonista, Camino Vargas, una jefa de homicidios que tiene "muy claro" que no quiere tener hijos, se enfrentará a un mundo "en el que prima el anhelo de muchas mujeres por ser madres".

Martín Gijón explica que ambas posiciones se contraponen y le han permitido mostrar un modelo de persona -mujeres que no quieren ser madres- que existe y que, en su opinión, debe empezar a visibilizarse y a ser tratado "en la misma posición" porque "hay más cosas para ser feliz".

En esta línea, apunta a que el nuevo gobierno progresista, que lejos de transmitirle "euforia" le causa "alivio", debe llevar a la práctica la visibilización de estas decisiones "si de verdad defiende los derechos de las mujeres".