La primera imagen que nos viene a la cabeza cuando alguien menciona la palabra "encaje" es ese tapecito de la abuela coronando el respaldo del sofá o la tele (cuando esta era de tubo). Sin embargo, el encaje es mucho más que unos hijos de colores tejiendo formas y su técnica (o técnicas) sobrepasa el mero ejercicio de tejer con agujas e hilo, una práctica, por otra parte, asociada a la mujer. "É encaixe. A exposición", la nueva muestra que se exhibe en el espacio EMAO, la sala de exposiciones de la Escuela Municipal de Artes y Oficios de Vigo, pretende romper con los estereotipos en torno a este oficio, mostrando cerca de 50 piezas artísticas realizadas por alumnas engresadas de este centro desde que se abrió el aula de proyectos, hace ahora diez años.

"De lo que se trata es de romper con esa visión tradicional que tenemos, sobre todo aquí en España, de lo que es el encaje de bolillos, y referida a una pequeña aplicación para la ropa o complemento", explica Marian Núñez, profesora de de la especialidad de Diseño y Encaje de Palillos de la EMAO.

Entre las piezas que se exhiben se encuentran algunas tan sorprendentes como una moto a tamaño natural y otra que representa los tejidos humanos a través del encaje, que invitan al espectador a ver más allá del mero encaje y apreciar cada pieza como una obra de arte.

Núñez espera que esta exposición contribuya también a acercar el encaje a todo tipo de público y que deje de ser visto como una labor femenina y, en numerosas ocasiones, menospreciada, según la comisaria, y comience a apreciarse el diseño creativo que hay detrás de cada pieza.

"En Galicia no hay escuelas donde te enseñen a crear, a llevar un proceso creativo. Las asociaciones están muy bien, pero se quedan en la copia. Nosotros en la escuela tratamos de partir de la base del diseño, de entender cómo surge un proceso creativo, que sirve tanto para quien hace pintura como diseño como textil, en nuestro caso", dice.

Tener claro este concepto es importante, asegura, para garantizar el relevo generacional en el encaje y para avanzar. Se ve incluso en la misma exposición, que es un claro reflejo de la evolución del aula de proyectos desde su puesta en marcha y es que las alumnas -Núñez no ha tenido más de cuatro alumnos varones en los más de quince años que lleva de profesora en la EMAO- han experimentado un cambio también en la concepción que tienen de este oficio. "Las nuevas alumnas están más motivadas y con nuevas ideas para aportar a un oficio que exige muchas horas de trabajo, algo que muchas veces tampoco se valora", afirma Núñez.